Es cierto y verdad que la Primera Comunión de un creyente católico es un momento importante para la vida del mismo. Y como podemos imaginar también lo fue para nuestro amigo Manuel Lozano Garrido, Lolo que con casi nueve años recibió por primera vez a Cristo en su cuerpo aunque, es seguro, que en su corazón ya estaba desde hacía mucho tiempo.
