Es cierto y verdad que cuando empieza el año todo son ilusiones de lo que puede venir y de lo que queremos que venga. Sin embargo, Lolo pide realidades contundentes que ansía se cumplan.

Es cierto y verdad que cuando empieza el año todo son ilusiones de lo que puede venir y de lo que queremos que venga. Sin embargo, Lolo pide realidades contundentes que ansía se cumplan.
Conocer hasta las últimas consecuencias el cómo es cada uno viene la mar de bien para saber encarar la propia vida. Y eso es lo que le pasa a Manuel Lozano Garrido que sabe, como nadie, sacarle provecho, incluso, a su padecimiento.
Ya podemos imaginar que la Navidad es un tiempo más que especial para alguien que sufre (antes, durante y después) Pero, por eso mismo, es hasta posible que se dulcifiquen momentos dolorosos. Y es que el Niño vuelve a nacer.
El diario de un enfermo que, además, tiene fe en Dios Todopoderoso y a ella se aferra con corazón y alma no puede ser lo mismo en un tiempo como es la Navidad. Y eso se nota cuando quien escribe es Manuel Lozano Garrido.
Podemos decir que en la vid de un enfermo que lleva muchos y más meses en tal situación se abre ante sus ojos un día a día repleto de situaciones donde la fe ha de ocupar, para bien del mismo, un buen espacio en el corazón.
Es cierto y verdad que cada momento de la historia, por ser la misma como es, tiene su forma de ver las cosas. Y está más que bien preguntar, en tiempos de Lolo, qué podría impresionar a los preguntados el nacimiento de Cristo. Y es que ahora, seguramente, diríamos lo mismo.
Se puede pensar que Belén, como figura del lugar de nacimiento del Hijo de Dios, es un lugar y ya está. Sin embargo, puede ser el símbolo más que real del devenir de quien se siente, digamos, en una situación similar y equiparable a la que, entonces, se dio.
Como periodista de raza que era, Manuel Lozano Garrido entendía y sabía que la radio (en su tiempo tan importe ante lo nuevo de la Televisión) era un medio más que importante para que el Bien tuviera su asiento natural. Y a fe cierta podemos decir que así era según nos dice.
Cuando alguien tiene la pluma a la hora de escribir como la tenía Manuel Lozano Garrido es de esperar que del episodio histórico del nacimiento del Hijo de Dios salga una narración donde las circunstancias que llevaron al mismo se manifiestan en toda su alegría. Y eso es lo que aquí hace Lolo.
La contemplación de la Semana que llamamos Santa porque lo es y en ella acontece aquello que ha dado en salvar a la humanidad, es algo que Manuel Lozano Garrido hace y hace más que bien por su gran tino espiritual y profundo.
No es la única vez que Lolo hace una encuesta sobre temas espirituales. Y es que al Beato de Linares le interesa mucho saber el pensamiento de tipos de personas distintos sobre temas que, en suma, les son comunes.
Siempre está bien recordar un momento tan crucial de la historia de la salvación en el que viene al mundo el Hijo de Dios para que el mundo se salve, eso sí, a costa de su propia vida.