Es cierto y verdad que podemos dirigirnos a Dios para dar gracias por aquello que nos dona y con su gracia nos entrega. Y el médico, seguramente, muchas gracias debe dar por poder cuidar de la vida de su prójimo.

Es cierto y verdad que podemos dirigirnos a Dios para dar gracias por aquello que nos dona y con su gracia nos entrega. Y el médico, seguramente, muchas gracias debe dar por poder cuidar de la vida de su prójimo.
Es cierto y verdad que aquella parte de nuestro cuerpo que son las manos muchas veces no nos parecen tan importantes como, según nos muestra Lolo, lo son. Creación de Dios, también, con nosotros, y expresión de Su Bondad.
Comprender el sufrimiento y saber llevarlo al plano exacto donde le corresponde estar es cierto que está en el poder de aquellos que reconocen su verdadero sentido.
Ciertamente, el Mal también puede verse representado por aquellos que ansían su egoísmo por encima de los demás. Sin embargo, el amor será quien venza.
Ciertamente, darse cuenta del sufrimiento de Cristo en la Cruz es acabar apreciando que el nuestro, como se dijo, puede completar el Suyo.
Amar la creación como la ama Lolo se aprecia a la perfección al escribir con amor de algo que, para algunos, podría parecer insulso: la vida de los peces… también es de Dios.
Un asilo puede ser tenido por lugar de aparcamiento de aquellos que han llegado a la hora final de su vida. Sin embargo, es, al contrario, centro de la esperanza por venir.
Sin duda alguna, saber y ser consciente de la presencia de Cristo en su Templo que es el corazón sólo puede ser causa de gozo y alegría.
Cuando una persona tan especial como Angelita Gómez, fundadora de “Sinaí”, es llamada por Dios, sólo cabe el agradecimiento a su ser y estar.
Ciertamente, al preguntar sobre el momento de la muerte, cada cual entiende lo mejor el mismo pero, en realidad, no hay quien sepa qué será entonces.
Cualquiera podría pensar que el amanecer de un nuevo día es difícil de soportar. Sin embargo, religiosas que dan su vida en tal momento lo tienen por ventura de Dios.
Acerca del amor que solemos tener las personas, juegan las lágrimas un papel importante porque expresan lo que, de secreto, tiene nuestro corazón.