Es cierto y verdad que cuando una juventud está guiada por la fe en Dios Todopoderoso sólo puede dar fruto bueno. Y eso es lo que pasó con la de Acción católica de Linares.

Es cierto y verdad que cuando una juventud está guiada por la fe en Dios Todopoderoso sólo puede dar fruto bueno. Y eso es lo que pasó con la de Acción católica de Linares.
Bien podemos decir que la vivencia de aquella Juventud de Acción Católica de Linares en aquellos convulsos tiempos de la constitución de la II República en España fue, como diría Tertuliano muchos siglos antes, semilleros de nuestros cristianos por la sangre derramada.
Es una verdadera maravilla que haya una pluma como la de Manuel Lozano Garrido que sepa delinear, paso a paso, el nacimiento de un desastre a todos los niveles que fue la II República.
Es cierto y verdad que Manuel Lozano Garrido escribe sobre la constitución de la Acción Católica juvenil de Linares en primera persona. Y es por eso que sus palabras llegan tan dentro del corazón de quien las lee: porque son exacta y pura verdad.
Es verdad que, como en todo los lugares, también en el pueblo de Lolo había problemas para los que él, sin embargo, veía solución. Y es que no se trata de criticar por criticar sino de aportar lo que uno sabe.
El Vía crucis de Cristo se hace presente en el siglo XX a través de la vida de los mártires de Acción Católica que supieron que su misión era de Dios y era para Dios.