Con enorme alegría os compartimos este testimonio que acabamos de recibir de Eva Fernández, periodista, corresponsal de la Cadena COPE y que, como vais a comprobar en estas líneas, es ¡una gran Amiga de Lolo! Gracias Eva, por tus palabras y cercanía.

Testimonio de Eva Fernández,
Corresponsal de la CADENA COPE

Eva Fernández

Cuando llegué a Roma, dentro de mi maleta, metida en el sobre con las documentaciones importantes, venía una foto plastificada del Beato Lolo. Esa foto sigue sobre la mesa de trabajo, acompañando cada una de las aproximadamente 10.000 retransmisiones que llevo haciendo a lo largo de los últimos 5 años.

Desde que tuve la responsabilidad de tomar el relevo que dejaron las dos Palomas que han trabajado antes que yo en esta corresponsalía, Paloma Gómez Borrero y Paloma García Ovejero, fui consciente de que mi vida había dado un giro radical, y que se trataba de afrontar mi trabajo como periodista desde otra dimensión, como una misión al servicio de la Iglesia y de la sociedad en búsqueda de la verdad, exactamente como aprendimos todos del Beato Lolo.

Cuando se tiene el privilegio de seguir a diario a Pedro, descubres que, como señala el Papa Francisco, la tarea comunicativa es apasionante, ya que implica siempre ayudar a construir. Y para conseguirlo, para no perdernos por el camino:

“necesitamos respirar la verdad de las buenas historias: historias que construyan, no que destruyan; historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos”.

Este mismo texto podría haberlo escrito años antes el Beato Lolo, es más, no descarto que Francisco se haya inspirado en él. Cuando leí el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2021, me emocionó descubrir que el Pontífice mencionaba a nuestro querido Manuel Lozano Garrido, Lolo. En su mensaje Francisco recuerda que el Beato Lolo aconsejaba a sus amigos periodistas:

“Abre pasmosamente tus ojos a lo que veas y deja que se te llene de sabia y frescura el cuenco de las manos, para que los otros puedan tocar ese milagro de la vida palpitante cuando te lean”.

Poco más puedo añadir a esta reflexión, fundamental en la vida de cualquier periodista que en el rincón más apartado del mundo o en la esquina de una redacción se dedica a un trabajo tan apasionante como el nuestro.

Y también añadiría un detalle que considero fundamental:

Lolo representa la esencia del periodista que huye del protagonismo, porque la eficacia y el éxito, medido según el Evangelio, tiene otros parámetros. Incomprendidos para muchos, pero con una eficacia que trasciende.

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