La realidad artística del Linares de los años 50 del siglo pasado la revisa Lolo en más de una ocasión. Y ahora, con el escultor que, con Paco Baños – pintor- dejaron una huella imperecedera en su ciudad natal.

La realidad artística del Linares de los años 50 del siglo pasado la revisa Lolo en más de una ocasión. Y ahora, con el escultor que, con Paco Baños – pintor- dejaron una huella imperecedera en su ciudad natal.
Siempre es bueno que se entreviste a personas que, por su especial conocimiento de terminado ámbito, puedan aportar luz a situaciones difíciles. Y Lolo lo hace con Agustín Serrano de Haro que fue, en su tiempo, una luminaria a tener muy en cuenta.
No podemos negar que encauzar bien la v ida de la juventud es algo esencial para la existencia de una nación. Hacerlo, además, desde un punto de vista católico, es ir sembrando semillas de esperanza en un mundo como el que le tocó vivir a Lolo.
Nunca deja de ser interesante ver como una persona se convierte a la fe católica. Y lo es aún más cuando la persona es, digamos, alguien que, por su situación social puede servir de espejo para otras personas. Y fue el caso de Carmen Laforet.
No podemos negar que el interés de Lolo por la juventud se hace patente cuando se da cuenta de que la perversión de la misma tiene un origen algo más que claro y procura que eso se evite.
Hablar de Paul Claudel es hacerlo de alguien que ha asido la fe, que no tenía, por buena y lo ha hecho con una fuerza a la que nada puede oponerse, desde entonces y para siempre.
Cuando se quiere mucho y más que mucho a la Madre de Dios y, en concreto, en la advocación propia del pueblo de uno… bueno, entonces no es nada extraño que se quiera lo mejor para Ella. Y eso es lo que pasa con la Virgen de Linarejos.
Es cierto y verdad que cuando una juventud está guiada por la fe en Dios Todopoderoso sólo puede dar fruto bueno. Y eso es lo que pasó con la de Acción católica de Linares.
Bien podemos decir que la vivencia de aquella Juventud de Acción Católica de Linares en aquellos convulsos tiempos de la constitución de la II República en España fue, como diría Tertuliano muchos siglos antes, semilleros de nuestros cristianos por la sangre derramada.
Es una verdadera maravilla que haya una pluma como la de Manuel Lozano Garrido que sepa delinear, paso a paso, el nacimiento de un desastre a todos los niveles que fue la II República.
Es cierto y verdad que Manuel Lozano Garrido escribe sobre la constitución de la Acción Católica juvenil de Linares en primera persona. Y es por eso que sus palabras llegan tan dentro del corazón de quien las lee: porque son exacta y pura verdad.
Es verdad que, como en todo los lugares, también en el pueblo de Lolo había problemas para los que él, sin embargo, veía solución. Y es que no se trata de criticar por criticar sino de aportar lo que uno sabe.