Es un verdadero gozo que un periodista como Lolo escriba, nada más y nada menos, que su viaje a Lourdes. Es, seguramente, la mejor forma de entender lo que supone todo lo referido a aquel lugar de fe profunda y necesaria.

Es un verdadero gozo que un periodista como Lolo escriba, nada más y nada menos, que su viaje a Lourdes. Es, seguramente, la mejor forma de entender lo que supone todo lo referido a aquel lugar de fe profunda y necesaria.
A partir de una noticia que puede ser terrible como la de un incendio a gran escala, sólo quien tiene un corazón grande es capaz de construir un relato donde la presencia de Dios y de su Espíritu Santo tiene su total cabidad y realidad.
A lo largo de su vida como escritor, Manuel Lozano Garrido hizo lo propio en forma de cuentos que ponen de manifiesto que en tal campo también era un maestro. Y este de título “Las rosas blancas de Zoraida” muestra a la perfección que estaba dotado, Lolo, para poner sobre el papel las más bellas historias.
Es cierto y verdad que la situación por la que pueden pasar muchas personas no es la mejor de todas y, a veces, la pobreza es el pan suyo de cada día. Sin embargo, no es eso causa de desazón cuando hay quien puede alegrar la existencia, aunque sea, por unas horas.
Escuela, amor y milagro. Estos tres temas son los que componen lo que podríamos denominar artículo-ejemplo pues en el mismo se nos presentan tres situaciones que muestran bien a las claras lo que puede el ser consciente de lo que se hace.
Está más que bien que Lolo converse con personas que, como el P. Javierre dedicaron tu tiempo al estudio de muchos aspectos de la vida de la Iglesia Católica y algunos de sus hijos.
Cuando alguien como Manuel Lozano Garrido escribe sobre el sufrimiento (él que tanto sufrió) y lo hace de forma que es capaz de quedarse con el mismo y amarlo es que estamos ante alguien de expresión sobrenatural más que natural.
El ansia de querer mejorar en un aspecto social tan importante como es la educación supone, de parte de quien así se manifiesta, que tiene un verdadero interés por la mejora, en este caso, de la educación.
Lo que puede ser y parecer la escritura sobre el Misterio de Belén es cierto y verdad que puede ser traído al hoy mismo y darnos cuenta de que las cosas no han cambiado tanto como pudiera parecer.
El título de este artículo pudiera alarmar a cualquiera al pensar que se ha abandonado un convento, digamos, por falta de vocaciones. Sin embargo es justo lo contrario: se abandona para llevar a cabo la vocación propia de quien allí vive, reza y ora.
Hacer una encuesta sobre un tema tan, digamos, controvertido, como es la muerte sólo puede obtener como resultado algo tan personal como es que a cada cual le parece la cosa como algo muy íntimo. Y es a cada cual le corresponde tomarla de una forma o de otra.
Si hay quien no tenga conocimiento de la figura del sacerdote en la literatura en el tiempo de vida de Lolo, no hay más que acercarse a las letras que nos trae el Beato de Linares para conocer a la perfección como, entonces, estaba la cosa.