elimparcial,es | 20 de mayo de 2023
por Rafael Ortega Benito
Es lo que debemos hacer todos los periodistas, comunicadores o informadores, llámenos usted como quiera, en este mundo tan confuso donde parece que la verdad ha desaparecido de nuestras conversaciones. Por eso, el Papa nos pide “Hablar con el corazón, en la verdad y en el amor”, en su Mensaje con motivo de la 57 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que celebramos este domingo.
FRANCISCO de nuevo ha sido muy claro y nos dice que “en un periodo histórico marcado por polarizaciones y contraposiciones —de las que, lamentablemente, la comunidad eclesial no es inmune—, el compromiso por una comunicación con el corazón y con los brazos abiertos no concierne exclusivamente a los profesionales de la información, sino que es responsabilidad de cada uno. Todos estamos llamados a buscar y a decir la verdad, y a hacerlo con caridad”.
Es decir, todos estamos comprometidos con la verdad. Todos, incluidos aquellos que viven de nuestros impuestos, es decir los políticos, que ahora, en estas jornadas preelectorales, son capaces de vender sus “verdades” sin ninguna vergüenza. Por eso el Papa nos recuerda también en su Mensaje que “hablar con el corazón es hoy muy necesario para promover una cultura de paz allí donde hay guerra; para abrir senderos que permitan el diálogo y la reconciliación allí donde el odio y la enemistad causan estragos. En el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es urgente afirmar una comunicación no hostil. Es necesario vencer la costumbre de desacreditar rápidamente al adversario aplicándole epítetos humillantes, en lugar de enfrentar un diálogo abierto y respetuoso”.
Este domingo entregamos también el Premio “LOLO de Periodismo Joven” a Josué Villalón. Un hombre, un joven periodista comprometido profesionalmente con los cristianos perseguidos por el mundo y por su trabajo en el Departamento de Comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada. Josué sabe mucho de sufrimiento de los demás. Ha sido testigo de ese sufrimiento. ”Un sufrimiento -como nos decía nuestro Beato LOLO- que es como un limón que, poco a poco, va madurando, en acidez por lo hondo. Escuece tanto, tanto, que llega al fin del día en que se hace necesaria una mano poderosa que lo estruje. Esos cinco dedos son los de la verdad, el arrepentimiento, la fe, la generosidad y la gracia. Si los cinco aprietan con valentía, el escozor sube a los ojos, pero la paz, donde nace, es el corazón”.
Hagamos de la Verdad nuestra guía porque ella nos hará libres, como siempre nos recordaba el Siervo de Dios, José Luís Gago, cuyos restos serán trasladados este próximo lunes desde el cementerio de Valladolid al templo de San Pablo de esa ciudad. Un hombre, un dominico, un maestro de periodistas, un ejemplo para todos nosotros.