María José Vaquero Santos
Presidenta de CECO
MANUEL LOZANO GARRIDO nació en LINARES (JAÉN), en agosto de 1920. Murió el 3 de noviembre de 1971 en su pueblo natal.
El beato LOLO es un ejemplo para todas las personas que padecemos algún tipo de discapacidad: ciego y paralítico, superó continuas dificultades con tesón y esfuerzo, con su fe y amor a JESÚS Y A LA VIRGEN MARÍA, a quien amó con locura.
Él siempre manifestó alegría y esperanza, a pesar de su continuo dolor, provocado por su enfermedad, desde los 22 años.
Tuvo que renunciar a su gusto por la naturaleza y el deporte, a su trabajo como maestro, y a tantas cosas que pudo haber realizado.
Pero lo que no se podía imaginar es que con su testimonio fue un CRISTO VIVIENTE, que con su dolor evangelizó al mundo con su fe, con su esperanza y con su alegría.
Su amor a DIOS era tan grande, que le ofrecía su enfermedad. Y ese amor trascendía a los demás, también a sus enemigos, a quienes perdonó sin reservas.
Actualmente estamos viviendo una grave pandemia: enfermedad, muertes, confinamientos, distancia social…
Las personas discapacitadas tenemos muy difícil el contacto social directo, mucho más que las personas sin discapacidad. Tenemos el peligro de quedar aislados.
Pero esto no puede pasarnos. Como LOLO, tenemos que superar las barreras que nos impiden esas relaciones sociales.
Pensemos en la época que él estuvo paralítico y ciego:
De 1940 hasta que murió en 1971 y ciego los últimos 9 años.
Evidentemente, no existían las ventajas y adelantos de que disponemos en la actualidad y que muchas veces no sabemos o no queremos valorar. Comparemos:

LOLO iba perdiendo de forma progresiva su movilidad y su visión. Gran escritor, lector y periodista, se las ingeniaba hasta que pudo realizar estas tareas, de varios modos. Utilizando falsillas de madera, dictando lo que quería escribir, grabando, utilizando el libro hablado de la ONCE… Su mente nunca estaba parada. Siempre se las arreglaba, desde su sillón de ruedas, para estar comunicado con grupos y personas, sin salir de su casa.
En la actualidad debido a los grandes avances informáticos, las personas con discapacidad disponemos de infinitas posibilidades para comunicarnos: ordenadores adaptados a diferentes tipos de discapacidades, dispositivos móviles, aplicaciones que te conectan con el mundo, redes sociales, etc.
Me IMAGINO LA ALEGRÍA DE LOLO al disponer de todos estos aparatos y tantos recursos que ahora tenemos y él no conoció. El magnetófono que ahora desechamos, para él era su salvación.
Pero, evidentemente, no son los recursos materiales los que determinan nuestra superación de dificultades como personas discapacitadas. Es cierto que suponen una gran ayuda para esa superación, pero lo que verdaderamente determina esa superación de dificultades es nuestra voluntad, nuestras ganas de aprender, nuestro tesón y esfuerzo para superar barreras, nuestras ganas de comunicar y demostrar a los que no padecen ninguna discapacidad, que somos capaces de superar día a día las barreras que nos vamos encontrando en nuestros quehaceres cotidianos.
En este sentido, el beato LOLO, COMO YA HEMOS DICHO, ES UN EJEMPLO CONSTANTE DE SUPERACIÓN. Para las personas no creyentes, las que están alejadas de DIOS, LOLO es un testimonio de JESÚS que no admite demostraciones de su existencia. El testimonio de su vida sin duda es una de las mejores maneras de poder llegar a los alejados de la fe.
Para los cristianos LOLO es el CRISTO VIVIENTE de nuestros días: ejemplo de fe, alegría, confianza y amor a DIOS y al prójimo: como refleja en sus escritos y acciones, muestra un profundo amor a JESÚS, A QUIEN OFRECE SU ENFERMEDAD, TENIENDO SIEMPRE PRESENTE SU PASIÓN Y MUERTE EN LA CRUZ.
Muestra su alegría, su profunda positividad, sus ganas de ayudar, su paciencia y siempre, a pesar de las dificultades y dolores, su esperanza.
LOLO, ejemplo de superación, tesón perseverante, voluntad de hierro, fe constante, agradecido a la vida, a pesar de su lenta agonía.
Pero él cada día estaba más vivo porque estaba más cerca de DIOS, que continuamente le iluminaba hasta que se lo llevó con él.
Y ahora LOLO sin duda, intercede desde el cielo por todos nosotros, ESPECIALMENTE por las personas con discapacidad, para que seamos capaces de asemejarnos un poquito a él, superando las barreras que día a día nos encontramos. Y especialmente intercederá por nosotros para que aumente nuestra fe y confianza en DIOS en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo.
Gracias LOLO por tu ejemplo y testimonio de vida en la tierra, y por tu intercesión ante DIOS por nosotros en el CIELO.
Entradas relacionadas
Etiquetas: CECO