Ana Belén Portellano
Diario Jaén, 21 de septiembre de 2019

maria solano altabaMARÍA SOLANO descubrió la figura de Manuel Lozano Garrido durante su trabajo en la revista «Alfa y Omega». Le llamó la atención su enorme pasión por la profesión y cómo expuso a la sociedad una visión del periodismo diferente, no tan negativa como se acostumbraba. María Solano ahora es Decana y Profesora en la Universidad CEU-San Pablo de Madrid.

 

:: ¿Cómo se le ocurrió hacer una tesis sobre Manuel Lozano, el beato Lolo?

He estado muchos años ejerciendo la profesión de periodismo y una de las pequeñas obsesiones que tenía era demostrar que un periodista también podía ser buena persona. Al periodista siempre se le ha dado una visión más negativa y eso es algo contra lo que yo he luchado siempre.

Cuando conocí la historia de Manuel Lozano, o «Lolo», como se le suele conocer, me pareció que él había conseguido demostrar lo que yo siempre había perseguido. Fue una forma de probar que un trabajo también se puede llevar a la santidad.

:: ¿Fue muy difícil su desarrollo?

Fue muy extensa, pero tuve la ayuda inestimable de Rafael Higueras, postulador de la Causa de Canonización de Lolo. el me ayudó mucho, ya que conoció a «Lolo» personalmente y, además, me dio acceso a la totalidad de su obra.

:: ¿Por qué fue tan importante «Lolo» para los linarenses?

Manuel Lozano tuvo un papel muy importante en el periodismo de la sociedad. Fue una figura emblemática en este sentido y, aunque no se le conocía demasiado, trabajó con los mejores periodistas de su época.

Supo enseñar la importancia de la dedicación al trabajo. Una de las anécdotas de su vida es que pedía que le pusieran la máquina de escribir bajo el altar, en el salón de su casa.

:: ¿En qué ha cambiado su vida el nombramiento como Decana de la Universidad CEU-San Pablo?

Ser Decana es simplemente un trabajo más dentro de los muchos que se desarrollan en la Facultad y en la ACDP (Asociación Católica de Propagandistas).

Todos mis compañeros y Yo compartimos el buen criterio de que los alumnos estén bien formados profesionalmente, pero también moralmente. Que la búsqueda de la verdad les pueda servir para su vida diaria.

:: ¿Qué resultados muestran sus alumnos una vez finalizada la formación?

A pesar de que los alumnos tienen un cierto vértigo a la vida profesional, cuando hablamos con ellos, una vez incorporados al mercado laboral, agradecen la formación humanística.

Esto les permite una visión antropológica mucho más amplia, tanto si es en el ámbito de la comunicación, publicitario, son historiadores o humanistas. Nuestro objetivo es que nuestros alumnos consideren este regalo como una oportunidad de cara al futuro.

:: ¿Cómo cree que debemos recordar a Manuel Lozano Garrido?

Sin duda, como un ejemplo a seguir. Como periodista y escritor, como referente de trabajo constante, a pesar de sus limitaciones físicas, nunca dejó de ejercer sus labores. Estuvo en silla de ruedas durante más de veinticinco años y ciego durante sus últimos nueve años de vida. Aún así,

era capaz de comunicar la alegría a los jóvenes.

Todos deberíamos tomarlo como una referencia de hacer el bien y ejercer nuestra profesión de la mejor manera posible, siendo también buenas personas.

 

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