Publicación original: Boletín Asociación Amigos de Lolo nº 66 de diciembre de 2010 con palabras de don José Ángel Cañaveral.
Las buenas ideas hay que apoyarlas y darles la mayor difusión posible por si acaban sirviendo de ejemplo para las personas que las lleguen a conocer. Y eso hacemos ahora mismo con este artículo de alguien que tuvo una santa idea.
Volver a llevar a Lolo a Lourdes 52 años después de que él mismo fuera al santuario francés pone en su lugar, primero, a la misma figura de Lolo pero también a la persona que tuvo una idea tan brillante y buena.
Es cierto que a Lolo le hubiera gustado visitar más veces aquella gruta donde la Madre de Dios se hizo presente. Sin embargo, estamos seguros de que ser llevado espiritualmente a Lourdes no le disgustó nada de nada.
Manuel Lozano Garrido, “Lolo” volvió a estar presente en Lourdes, en esta ocasión ya como nuevo beato de la Iglesia Católica, toda vez que el 12 de junio fue proclamado como tal en Linares, su pueblo natal. La idea de esta nueva “peregrinación no física” partió de quien firma esta crónica al entender que el mensaje y la obra de Lolo han de ser conocidos en todo el mundo y Lourdes, por la cantidad de peregrinos que arrastra todos los años es un lugar privilegiado para que el espíritu de Lolo siga estando presente y, lo más importante, perdure y se conozca.
“Lolo”, Beato de la Iglesia desde el 12 de junio de 2010, peregrinó a Lourdes en 1958 y este lugar merece un capítulo importante en su vida. Es el primer periodista laico no mártir elevado a los altares.
Lucy, la hermana del nuevo Beato, que cuidó de él toda su vida, recuerda la peregrinación que hizo a Lourdes acompañándolo aquella primavera de 1958:
“Me acuerdo de subirnos al tren en la estación de Atocha. Cuando llegamos a Lourdes eran las 8 de la tarde con la procesión de las antorchas. Aquello fue muy emocionante. Al principio “Lolo” no quería ir a la piscina de Lourdes porque tenía miedo de que le hicieran daño, finalmente aceptó. A él lo llevaron con su silla de ruedas y yo me quedé en el escalón llorando. Al minuto lo veo que sale; parecía un pollo…, habían tomado una esponja y con ella lo regaron. Después puse a “Lolo” debajo de la gruta de la Virgen. Como él no podía levantar la cabeza, le coloqué un espejo sobre las rodillas, así podía ver a la Señora reflejada en el espejo. Cuando se lo retiré… lo tenía empapado de lágrimas”.
Allí en Lourdes le ofreció a la Virgen su inmensa, fecunda y bendita alegría.
Este verano, y acordándome de lo hecho por “Lolo”, busqué y encendí el velón más grande que encontré; y allí luce, con la inscripción “Manuel Lozano Garrido. “Lolo”. Periodista y enfermo”, en la gruta donde la Señora de los Pirineos se apareció a Bernadette en 1858. Y lo hice con dos objetivos: mantener vivo el recuerdo de Lolo y que él volviera a estar presente -aunque ahora de forma espiritual- en Lourdes 52 años después de su presencia física. Es más, me comprometo para hacer lo mismo en futuras peregrinaciones.
Allí también se entregó en el Museo el libro “Reportajes desde la cumbre” (2ª edición del premio Especial Monte Carmelo de espiritualdad.-68) con el único fin de que la figura y obra de Lolo esté siempre presente en Lourdes.
La idea de encender este cirio en honor del nuevo Beato me la dio en mismo Lolo cuando en 1958, la única vez que peregrinó a este santuario mariano francés, le dijo a su hermana Lucy: “Cómprale a la Virgen la vela más grande que haya para que arda nuestra fe mucho”. Esta única frase hizo que no dudase y encendiera el velón más grande que encontré y allí luce en la gruta de la Virgen.
Si con esta apuesta clara por popularizar la figura, obra y mensaje de Lolo, la Iglesia lo sitúa como patrono de los periodistas españoles nos daremos por satisfechos y para asentar lo anterior, tomaré unos textos de la homilía que pronunció el Arzobispo Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, en la Misa que presidió en Linares el pasado 12 de junio en que fue beatificado “Lolo”.
“Ofrecía sus sufrimientos por los periodistas, para los que escribió un decálogo. Releamos alguno de estos ‘mandamientos’ de indiscutible actualidad para los profesionales de la comunicación social:
-Da gracias al ángel que clavó en tu frente el lucero de la verdad y lo bruñe a todas horas.
-Cuando escribas lo has de hacer de rodillas para amar, sentado para juzgar; erguido y poderoso para combatir y sembrar.
-Trabaja el pan de la limpia información con la sal del estilo y la levadura de lo eterno.
-Árbol de Dios, pídele que te haga roble duro e impenetrable al hacha de la adulación y el soborno.
-Recuerda que no has nacido para la prensa de colores. Ni confitería ni platos fuertes; sirve mejor el buen bocado de la vida limpia y esperanzadora como es.”
Para él, el periodista es como la fuente del pueblo que brota y apaga la sed día y noche dando frescura, optimismo, amor, esperanza y siempre una sonrisa. Exhortaba a evitar la prensa de colores, negra, rosa y amarilla y a usar siempre una palabra clara y limpia como la luz del Sol. “Lolo” murió el 3 de noviembre de 1971, a los 51 años, fecha en la que, a partir de ahora, se le recordará en las Eucaristías de ese día.