Índice de contenidos
Introducción
La Iglesia recuerda continuamente a los bautizados las palabras del Señor: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mat. 5, 48).
A esta meta están destinados todos los cristianos. Nos lo recuerda de un modo especial el Concilio Vaticano II, en el capítulo 5º del documento dedicado a “LA IGLESIA”. El capítulo se titula: “La vocación universal a la santidad”.
Hay una fiesta en el año, que tiene un sentido precioso: es del Día de todos los Santos. San Pablo en sus cartas, cuando saludaba a los destinatarios les decía: “Saludo a los SANTOS que viven en la Iglesia de Roma… de Corinto…”. Porque incluso los que vivimos en la tierra, si nos esforzamos en vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, en nosotros está la gracia “santificante”, la gracia que nos hace santos.
Ese día de “todos los santos” recordamos también a tantos y tantos hombres y mujeres que ya han llegado al cielo y participan de la vida de Dios, aunque no conozcamos sus nombres o aunque su vida -cercana a nosotros- pasara de un modo sencillo y casi anónimo. “Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación” (Ef. 1,4).
La santidad podría definirse de un modo sencillo como el seguimiento de Jesucristo. Este seguimiento, de tal modo debe estar por encima de todo, que el mismo Señor dice: “Si alguno ama a su padre o a su madre más que a Mí no es digno de Mí” (Mat. 10, 37).
Este amor “preferencial” a Dios sobre todas las cosas puede llevar incluso a dar la vida por Dios.
Mártires
Son miles y miles, “una multitud incontable de toda raza, lengua, pueblo y nación” (Apoc. 7,9) los que han seguido las huellas del Señor. Y muchos de ellos lo han hecho de modo heroico, ya sea entregando la vida en el martirio por la fe, ya sea en el cumplimiento “extraordinario del quehacer ordinario de cada día”.
En un primer momento de la Historia de la Iglesia, los seguidores de Cristo y de su Evangelio de modo eminente fueron los MÁRTIRES (“mártir” en griego significa “testigo”). Eran quienes “firmaban” con su propia sangre la confesión de su fe y de su amor por Cristo.
También en nuestros tiempos actuales hay mártires que entregan su vida por la fe; mártires a los que se les arranca la vida por ser “testigos” del Evangelio.
Vida heroica
Pero pronto la Iglesia comenzó a venerar de modo especial también a otros fieles cristianos que, sin morir en la persecución, sin embargo habían llevado una vida heroica en el seguimiento del Señor.
Este es el origen de los procesos de canonización: la investigación seria y profunda que la Iglesia realiza sobre una persona para mostrarla como fiel servidor del Evangelio.
Hoy, este proceso riguroso, tiene como una doble modalidad o camino: Por vía de martirio o por demostración de la vida y virtudes heroicas del candidato.
Para esta tarea existe en Roma una CONGREGACIÓN (un dicasterio o “ministerio”) que, precisamente por esa su función lleva por título “Congregación para las causas de los santos”.
Cómo se desarrolla un Proceso de Canonización
Cuando de un cristiano puede pensarse que murió por la fe (mártir), o bien que su vida y virtudes fueron heroicas, la Iglesia tiene un profundo deseo de que esa vida sea conocida y manifestada ante el Pueblo de Dios como un modelo de seguimiento fiel de Jesucristo.
A partir de esa FAMA de SANTIDAD o de MARTIRIO, se comienza un proceso largo, minucioso, con todo rigor. No es tanto una “glorificación” o premio para el que así vivió o murió, sino más bien la presentación de esa vida o muerte como aliento para el camino de los demás. Algo así como aquello que San Ignacio de Loyola se preguntaba cuando leía la vida de los santos mientras estaba herido antes de su profunda conversión: “¿Lo que éstos y éstas han podido, por qué no lo voy a poder hacer yo?”.
Los diversos pasos de un proceso de canonización se han ido y se siguen recorriendo en el PROCESO DE LOLO. Por eso, al recordar las fechas de este proceso de Lolo, se irán reseñando los pasos propios de cualquier proceso de canonización.
Proceso de Canonización de Manuel Lozano Garrido
A raíz del centenario de la fundación de la Parroquia de S. Francisco de Linares (final de la década de los 80), se encontraron allí varios centenares de “aquellos jóvenes de Acción Católica” que se formaron en la militancia apostólica en su juventud y que en aquel momento estaban esparcidos por toda España. En aquella convivencia saltó como un volcán la respuesta a una pregunta lanzada allí:
“¿Qué os parece si iniciamos el proceso de canonización de Lolo?
Porque, si tal proceso de canonización de LOLO llegara a feliz término, podríamos decir que con su canonización se diría también “¡santa juventud de A.C!”
Aquel encuentro fue un avivar el rescoldo de algo que desde el 3 de noviembre de 1971 (fecha en que murió Lolo) había sido un sentir de todos los que lo conocieron y del que se hizo eco, ya en aquellas fechas de su muerte, el sacerdote periodista, y amigo de Lolo, José Luis Martín Descalzo en una conversación con otro sacerdote amigo, preparando un artículo sobre aquella muerte. Porque cuando murió Lolo, todos los que lo conocieron decían: “Hoy ha muerto un santo”.
Este es el primer paso de un Proceso de canonización: La fama de santidad. A partir de ahí, comienzan otros pasos imprescindibles: Por la longitud de años que lleva un proceso de esta índole no pueden tenerse garantías de continuidad si no se apoya en una institución, asociación, comunidad, etc. Y no en un persona concreta que puede ser superada en el tiempo y en el trabajo necesario.
Y entonces nació la Asociación de amigos de Lolo: una asociación canónica, erigida por el Obispo de Jaén. Pero hay que recordar lo que alguien ha dicho con un gracejo singular: “Vamos a intentar canonizar a uno que pasó años y años sin poner los pies en una iglesia” (los 28 años de Lolo en un sillón de ruedas, recluido en su piso). Pero su casa se convirtió en “Iglesia viva” donde se celebraba la Eucaristía y donde se sembraba amor y comunión fraterna a raudales.
Esta ASOCIACIÓN tiene unas notas dignas de resaltar: se trata de llevar el proceso de un “seglar” (la inmensa mayoría de los santos canonizados son clérigos o religiosos), y por una asociación “de seglares”. Son dos notas dignas de considerar precisamente por esa seglaridad, tanto del candidato como de los “actores”. Porque precisamente ACTOR se llama a quien promueve el Proceso: en este caso la Asociación de Amigos de Lolo.
Otro paso más: Acudir con esta petición al Obispo del lugar donde ocurrió la muerte del “candidato”. El Obispo consulta a los Obispos limítrofes su parecer sobre el asunto. En el caso, los Obispos de Andalucía contestaron –al conocer la vida de Lolo en detalle- con preciosas cartas que se conservan en las actas del proceso de canonización.
Entonces se avanza algo más, ya ante Roma: Una petición de permiso, o visto bueno, para iniciar el proceso en la diócesis del lugar de la muerte. A partir de aquella concesión del permiso desde Roma, y hasta el año 1996, se realizó la fase diocesana o investigación diocesana: recopilación de documentos referentes al candidato que, desde este momento, ya tiene el título de SIERVO DE DIOS.
Se oye a los testigos que lo conocieron, intervienen historiadores que analizan toda la documentación que se haya recogido, teólogos que dictaminan sobre sus escritos, hasta que se llega a la solemne sesión de clausura de la fase diocesana.
Coincidiendo con aquellas fechas (abril 1996) se descubrió una placa conmemorativa en el lugar del nacimiento de Lolo (Plaza del Ayuntamiento). Durante esos años de investigación diocesana actuaba ante el tribunal del obispado de Jaén como interlocutor, entre la Asociación (actora) y el Tribunal, el POSTULADOR, oficio que desempeñó D. Carlos Martínez Marín, sacerdote cuya vocación tiene su origen en la Juventud de A. C. de Linares.
Aquellos “inmensos y cuantiosos” volúmenes recopilados fueron llevados, para una nueva fase del proceso, a Roma.
Fase del proceso en Roma
El día 27 de abril de 1996 se abrieron en la Congregación para las causas de los Santos los sellos lacrados de aquellos materiales recopilados.
Se nombra ahora un nuevo POSTULADOR, con residencia en Roma, D. Juan Sánchez Sánchez, sacerdote operario, que será el “interlocutor” ante la Congregación vaticana en nombre de la Asociación actora. De inmediato la Congregación vaticana, para estudiar el Proceso, nombra un RELATOR, que es uno de los miembros del cuerpo de Relatores que tiene la propia Congregación vaticana. El estudio y análisis esmerado y técnico de todos estos materiales necesita, por decirlo de algún modo, un “director de tesis”, pues a una tesis doctoral se puede asimilar la elaboración de lo que se llama la POSITIO. De inmediato, fue nombrado como RELATOR el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. José Luis Gutiérrez.
Un primer paso que da la Congregación romana, después de abrir el proceso remitido desde la Diócesis, es emitir -si procede- un Decreto que certifique la validez de todo lo actuado en la diócesis de origen. Este Decreto para el Proceso de Lolo se firmó el día 20 de febrero de 1998. A partir de ese momento se redacta la POSITIO, con la dirección del RELATOR.
La POSITIO tiene dos partes:
- Primero se redacta un amplio resumen, que sea prácticamente una copia fiel de todo lo recopilado en la fase diocesana. En el caso de Lolo, esta primera parte de la Positio tiene 433 folios impresos en tamaño folio. La minuciosa y delicada labor, revisada paso a paso por el Relator, fue firmada como concluida definitivamente el 14 de septiembre de 1998, fiesta de la Exaltación de la cruz (es decir fue realizada esta parte, que se llama SUMARIO, sólo en siete meses). Se llama Sumario porque es un resumen ordenado y organizado según criterios técnicos de toda la documentación recopilada en el tribunal diocesano.
- La segunda parte, llamada INFORMATIO, en el proceso de Lolo ocupa 176 folios impresos y fue entregada el 16 de enero de 1999. Los trabajos de imprenta, con sus cuidadísimas correcciones, concluyeron con la publicación de la Positio a principio de 2001. La Informatio es el documento fundamental que sirve a los jueces del Vaticano para emitir su voto sobre si en Lolo se dan una vida y virtudes en grado heroico. Esta informatio, continuamente revisada por el Relator mientras se confecciona, tiene como base y apoyo técnico el aparato crítico, formado en este caso por 841 notas a pie de página, que son la continua remisión a los documentos y testimonios recogidos en el Sumario –citando la página y párrafo del mismo para su comprobación-, y por tanto son la garantía de que lo que desea demostrar (la vida y virtudes heroicas en este caso de Lolo) está fundamentado en pruebas suficientes.
Título de Venerable
El Colegio de teólogos al que coordina el PROMOTOR DE JUSTICIA (antes, de modo inexacto, era conocido como “abogado del diablo” porque es quien tiene el cuidado de vigilar para que cualquier objeción que pueda ponerse a la vida y virtudes heroicas no quede oculta). Cuando este Colegio estudia en Roma la Positio y emite su voto favorable, si así procede, en sesión conjunta de todos los que lo integran, pasan estos votos y la Positio al grupo (Congregación) de Cardenales y Obispos que, si también emiten su voto favorable, es presentado al Santo Padre, que a la vista de todo lo actuado puede decretar que se otorgue el título de VENERABLE al candidato.
Inhumación de los restos mortales
Cuando se inicia un proceso de canonización suele mandarse que los restos mortales del Siervo de Dios sean inhumados en un templo. Así se hizo por mandato de la Congregación romana del 14 de junio de 1996, trasladándose los restos de Lolo a la Capilla del Cristo del Perdón, en el de Santa María de Linares (Jaén), el día 17 de octubre de 1996.
Proceso de posible Milagro
Es necesario que antes de que el Papa decrete la beatificación de un VENERABLE, se demuestre que se ha realizado un milagro por intercesión del Siervo de Dios.
Este proceso «super miro» (sobre milagro) puede realizarse incluso simultaneo -si se da el caso- con el Proceso sobre vida y virtudes. Pero «nunca» se estudiará en Roma tal proceso de milagro hasta que antes se haya declarado VENERABLE al candidato.
En el caso de Lolo, entre el 21 de enero y el 14 de abril de 2000 se instruyó la investigación diocesana sobre este posible milagro atribuido a la intercesión de Lolo. Esta investigación también se hace en la diócesis de origen del hecho que pueda ser considerado como milagroso y luego también es remitido a Roma.
En la investigación diocesana se recogen las pruebas de testigos y documentación médica y declaraciones de peritos médicos. Igualmente una vez recibida esta investigación en Roma, la Congregación vaticana la examina y, si procede, decreta la validez de la investigación diocesana y se comienza la elaboración de otra Positio sobre este proceso sobre milagro (con su propio Sumario e Informatio), igual que en el proceso de virtudes y vida heroica, actuándose también bajo la dirección de un Relator.
En el caso de Lolo, ya está también impresa la Positio super miro aunque la totalidad de la misma no es encuadernada de modo definitivo hasta que el Colegio médico de la Congregación vaticana no emita su voto sobre la “inexplicabilidad natural” del hecho considerado como milagro. También, en este caso, siguen las reuniones del Colegio de teólogos sobre el caso, emiten su voto y si es favorable, pasa al grupo de Cardenales y Obispos como se explicó más arriba. Si todo ese camino alcanza votación positiva, nuevamente se lleva al Santo Padre, que puede declarar que tal hecho es un hecho milagroso y entonces ya se suele fijar la fecha de la BEATIFICACIÓN.
Un paso hacia la Canonización
Es mucho lo actuado hasta ahora. Desde que se comenzó la redacción de una y otra POSITIO actuó en ello nuestro Consiliario, D. Rafael Higueras Álamo, en la redacción de ambas y ahora, por jubilación del Postulador que se dijo antes (D. Juan Sánchez Sánchez) es también él el POSTULADOR de la causa ante la Congregación vaticana.
Tomando el símil de la cosecha, se puede decir que son muchos los meses (ya más de 10 años, y -en este caso- es un periodo corto viendo otros procesos) desde que se siembra el trigo y permanece fructificando, oculto en la tierra. Luego la recogida del fruto, la cosecha y almacenamiento en el granero, se hace en unos pocos días al final de la temporada. Podemos decir que hemos estado en el tiempo de siembra y que ya está “casi” pasado del todo el tiempo de espera en que el grano está oculto. ¡Que ha llegado ya el tiempo de la cosecha y de la recogida de la mies y del fruto!
Interesa ahora sobre todo poner en manos de Dios todo lo actuado: Que si es para gloria de Dios, Lolo sea pronto presentado como ejemplo de joven seglar, enfermo y ciego que acepta la cruz con alegría, periodista cristiano y apóstol con sus escritos. ¡Lolo, eucarístico y mariano! ¡Lolo, hijo fiel y amante de la Iglesia!
La beatificación es un paso hacia la CANONIZACIÓN. El Papa Benedicto XVI ha devuelto a la beatificación su matiz “local”, reservando a la canonización el carácter de universal (para la Iglesia universal). Por eso ahora las beatificaciones se hacen en el lugar de origen del Siervo de Dios que es beatificado. ¿Será pronto Linares ese lugar de la beatificación para Lolo? Octubre de 2006
Vida y Virtudes heroicas
El 17 de Noviembre de 2006, en el Vaticano, se reunió el Congreso de teólogos, para votar “la vida y virtudes heroicas” de LOLO.
La Junta Directiva de la Asociación de amigos de LOLO, se reunió a la misma hora junto a su tumba en la Parroquia de Santa María de Linares, con el Consiliario y Postulador de la causa Rafael Higueras Álamo, para hacer oración leyendo diversos textos de LOLO.
Justamente al final de la oración, a las 6.15 de la tarde, allí mismo junto a la tumba, el Postulador recibió una llamada desde Roma; el Rvdmo. Relator de la Positio, Mons. José Luís Gutiérrez (el relator es la persona que dirige el trabajo del Postulador en la redacción de la positio) comunicaba que la votación (9 votos positivos de 9 votantes; es decir ningún voto negativo; ni ningún voto suspensivo; es decir aplazado hasta recibir posibles aclaraciones o solución o dudas), por tanto, se daba un voto positivo unánime al dubium propositum: “Sí consta de la vida y virtudes heroicas del siervo de Dios Manuel Lozano Garrido”.
La importancia de esta sesión y votación está en que si la mayoría de votos (5 de 9) hubiese sido negativa, no se hubiese continuado el proceso según su planteamiento; cabría “reiniciarlo”. Por el contrario, si la mayoría es favorable –en este caso, la unanimidad de 9 sobre 9- estos votos se entregan a los Cardenales y Obispos miembros de la Congregación para las causas de los santos, que si se ratifican en el parecer favorable, ya se entrega al Santo Padre para su decisión personal y definitiva.
La positio, como ya se explicó anteriormente, consta de dos partes:
- El sumario (resumen de todos los testimonios y documentos recopilados en la fase del proceso diocesano)
- Y la informatio: el escrito que, sobre la base de toda esa anterior documentación, se entrega a los 9 teólogos para su voto, y en el que se desea demostrar (sobre base documental y testimonial) la vida y virtudes heroicas.
La POSITIO sobre el siervo de Dios Manuel Lozano Garrido, redactada por el postulador Rafael Higueras Álamo es así:
- SUMARIO de 433 páginas tamaño folio, firmadas el 14 de Septiembre de 1998.
- INFORMATIO de 176 páginas, redactadas también por el Postulador. (Un resumen de esta “informatio” se ha publicado con el título de “La alegría vivida en el dolor”, por la Asociación promotora de la Causa de canonización).
Su vida y virtudes heroicas fueron declaradas por el Santo Padre Benedicto XVI el día 7 de diciembre de 2007, de ese modo le otorgaba el título de VENERABLE. En el decreto de tal fecha se decía:
“La enfermedad era la causa de su santificación, el sufrimiento era su cátedra”.
La curación de un niño, por intercesión de Lolo, aprobada por los Padres Cardenales como milagrosa
En Roma, el 29 de septiembre de 2009, se reunieron, en sesión ordinaria, los PP. Cardenales y Obispo que forman la Congregación para las causas de los Santos en el Vaticano.
Entre los temas del orden del día estaba el estudio de la curación atribuida al Venerable Manuel Lozano Garrido, joven de Acción Católica, escritor y periodista, inválido en silla de ruedas más de 28 años y -9 años, al final de su vida- también ciego.
Lolo, como era conocido familiarmente, nació en Linares (España) en 1920 y murió en la misma ciudad el 3 de noviembre de 1971. En su juventud, caracterizada por una alegría juvenil y contagiosa, se inscribió en la Acción Católica, donde fue un miembro activo y un elegido para diversos cargos directivos. Ya entonces comienza en él una piedad eucarística y tierna devoción mariana que le marcan hondamente en toda su vida posterior. El lema de la A.C. (“Piedad, estudio y acción”) lo vivió intensamente.
Todavía muy joven, a los 16 años, durante la persecución religiosa en España, es designado como “tarsicio” para llevar clandestinamente la comunión; él comentará años más tarde esa preciosa y peligrosa misión suya. Por ello fue encarcelado y pasó la noche del Jueves santo en prisión, sin embargo en esa noche tuvo el gozo de estar horas y horas –junto con otros presos- en adoración al Santísimo Sacramento, porque su hermana pequeña, Luci, se lo pudo pasar escondido en un ramo de flores.
En los años 1939-1942 es un activísimo miembro de la Juventud de A.C. lleno de ilusión apostólica.
Pero desde su adolescencia la vocación de Lolo era el periodismo: Con gran ilusión escribirá todavía siendo un joven sano: “Jóvenes de Acción Católica, ¿Qué os parece? ¿No creéis que si cada uno de nosotros tuviéramos un micrófono de Cristo no sería ello el mejor y más valiente de sus adelantos?”.
Y cuando la enfermedad y la invalidez total cambia su vida, desde su sillón de ruedas se convierte en escritor y periodista fecundo: 9 libros y cientos de artículos de prensa, que son para él el cauce de su afán evangelizador. Su casa se convierte en centro de orientación, de alegría y de vocación para muchísimos jóvenes, y en centro de apostolado entre los enfermos: con monasterios de contemplativos y enfermos incurables funda la “Obra pía: SINAÍ”, grupos de oración por la prensa.
Sus 28 años de total invalidez tienen su secreto: la honda piedad eucarística y la sencilla devoción mariana.
Tras la declaración de vida y virtudes heroicas, la Congregación para las causas de los Santos ha estudiado una curación como posible milagro atribuido a la intercesión del Venerable Manuel Lozano Garrido:
Un niño de 2 años, enfermo de sarampión, agravó tanto que degeneró, en breve, en peritonitis. Fue intervenido, pero a los pocos días la enfermedad degeneró en íleo paralítico por lo que precisó una nueva intervención, extirpándole más de 20 cms. del mismo, a pesar de su corta edad. La gravedad aumentó hasta producirse cólico fecaloideo. El niño había pasado de 14 kg. de peso, a 7 kg. y no respondía a los fortísimos tratamientos antibióticos. Se produce un agravamiento con estado de septicemia por pseudomonas, esperándose la muerte inminente. En los momentos de más peligro, se le colocó el Crucifijo de Lolo bajo la almohada de la cabecita, y siguió la curación.
La curación de este niño, en estado de gravísima situación, fue estudiada como posible milagro, ante el tribunal del Obispado de Jaén, en el año 2000. Trasladadas las actas a la Congregación para las Causas de los Santos, una vez que fue declarado Venerable el Siervo de Dios, fueron estudiadas por el Congreso médico en Roma, el 17 de Enero de 2008. Los componentes del Congreso emitieron su voto favorable. A continuación todo este proceso “super miro”, el 15 de Febrero de 2008, pasó a estudio de los siete Rvdmos. PP. Consultores Teólogos que emitieron su voto favorable por unanimidad.
Como ya se informó, el 29 de septiembre de 2009, el posible milagro fue estudiado por los PP. Cardenales de la Congregación, y también emitieron su parecer positivo, por unanimidad, y así ya quedó concluido el proceso para someterlo a la decisión que proceda por el Santo Padre.
La figura de este sencillo hombre de Dios, el Venerable LOLO, es un faro potente para jóvenes que buscan luz en su camino; para periodistas y escritores que quieran poner el Evangelio en el enfoque de sus trabajos; para los seglares que pueden ver cómo la vida sencilla del trabajo ordinario de cada día puede ser cauce de santificación, con la fuerza de la Eucaristía y la ayuda de Santa María; para los enfermos que sufren: pueden mirar en él un enfermo que hace de su dolor un camino de santificación y apostolado; para la Acción Católica que se puede alegrar de tantos frutos maduros como en sus filas crecieron y se santificaron; por ello, en estos años, está celebrando el Foro Internacional de la Acción Católica estos frutos de santidad: “La A.C. escuela de santidad”.
Los escritos de Lolo, tienen, en muchas de sus páginas, verdadera hondura mística. Sólo de un hombre, que vive en Dios y que vive de Dios, pueden salir los preciosos renglones de apasionado joven y ardiente escritor movido por la fe y por el evangelio de Jesús.
La Santa Madre Iglesia podrá sentirse feliz de presentar al mundo hijos maduros como este Lolo: que es joven entre los jóvenes, alegre por encima del dolor; que es enfermo, que toma su cruz y se siente gozoso de estar, como María, a los pies de Jesús crucificado; seglar que vive su Bautismo con exigencia apostólica; escritor y periodista que supera sus limitaciones grandísimas con la ilusión de contagiar su fe, su alegría y su esperanza.
Hoy hay que exclamar con alegría: ¡Bendita Acción Católica!, que llega a producir apóstoles como éste Venerable Lolo, o como tantos otros anónimos padres de familia, sacerdotes, misioneros, colaboradores parroquiales… que supieron beber en las fuentes del lema “piedad, estudio y acción”.
El Santo Padre Benedicto XVI ha aceptado la curación atribuida a la intercesión del Venerable Manuel Lozano Garrido
En la mañana del sábado, 19 de Diciembre de 2009, en el Vaticano, el Santo Padre Benedicto XVI ha recibido en audiencia privada al Arzobispo Prefecto de la Congregación para las causas de los Santos, Excmo. y Rvdmo. Mons. Ángelo Amato. En esta audiencia el Papa ha aceptado la curación atribuida a la intercesión del Venerable Manuel Lozano Garrido, “Lolo”, como inexplicable científicamente, es decir, se considera como un hecho milagroso.
Esta decisión del Sumo Pontífice es el último paso necesario antes de la Beatificación.
La Diócesis de Jaén se alegra con esta noticia, justamente en estas fechas en que se han declarado vigentes, para esta Diócesis, los nuevos Estatutos para la Acción Católica, que han sido promulgados recientemente por la Conferencia Episcopal Española, confiando que la intercesión de Manuel Lozano Garrido, ante el Señor, sea abundante en frutos de apostolado de quienes se encuadren en estas tareas de la Iglesia. Manuel Lozano Garrido, nacido en Linares y allí mismo fallecido (1920-1971) fue un joven de Acción Católica en la que recibió su formación apostólica y en la que militó como miembro dinámico y comprometido desde su adolescencia hasta su muerte.
Con esta aprobación pontificia se espera que pronto pueda ser celebrada la Beatificación del Venerable Manuel Lozano Garrido.
Señalamiento de la fecha de Beatificación de Lolo
El Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén, comunica gozosamente a los Medios de Comunicación Social, y a través de ellos a todos los fieles diocesanos giennenses, y de un modo especial a los feligreses de Linares, que se ha recibido de la Secretaría de Estado del Vaticano el señalamiento de la fecha de Beatificación del Venerable Manuel Lozano Garrido.
A finales del mes de enero recientemente pasado, el Sr. Obispo se trasladó a Roma por diversas gestiones ante varios organismos vaticanos. Especial relieve tuvo el saludo personal del Prelado al Santo Padre Benedicto XVI. A él agradeció la concesión de la Rosa de Oro a la imagen de la Virgen de la Cabeza, patrona de la Diócesis, y al mismo tiempo le presentó su petición de que se señalara fecha para la Beatificación del Venerable Manuel Lozano Garrido.
Esta petición pudo ser formulada al Santo Padre porque previamente se habían cumplido todos los requisitos necesarios en el Proceso de Beatificación y Canonización, como hemos indicado de manera detallada y cronológica.
La Secretaría de Estado del Vaticano responde a esta petición del Sr. Obispo de Jaén, con fecha 12 de febrero 2010, concediendo que la Beatificación del Venerable Manuel Lozano Garrido, se celebre en Linares, su ciudad natal, donde vivió y murió. Y que esta Beatificación se celebre el día 12 de junio de 2010.
En primer lugar, el Sr. Obispo manifiesta su agradecimiento al Santo Padre, por lo que supone de bendiciones de Dios esta gracia que concede Benedicto XVI a nuestra Diócesis. Al mismo tiempo ruega a todos los diocesanos agradezcan también al Santo Padre esta concesión suya, mediante las oraciones por las intenciones del Papa.
El Sr. Obispo de Jaén tiene en este momento un recuerdo especialísimo hacia las hermanas de “Lolo”, Expectación y Lucía que aún viven y que van a gozar, si Dios así lo quiere, de un día feliz por esta declaración de su hermano con el título de BEATO, en esta Iglesia particular que es la Diócesis de Jaén. También felicita el Sr. Obispo a la “Asociación de amigos de Lolo”, que ha sido promotora de este Proceso de Beatificación y Canonización, y que han perseverado en el seguimiento de esta Causa, manteniendo la esperanza con ilusión y alegría.
En su primer libro “El sillón de ruedas” escribió Lolo hablándole a la Virgen María: “…como cumbre del ansia arráncanos la bondad hasta llegar a la perfección… Santos a manojillos: los municipales, las mujeres que van a la compra, las mecanógrafas, los oficinistas… y los pobres hombres en sillón de ruedas”.
Una Beatificación de un seglar, con el riquísimo perfil espiritual que tiene la vida de Manuel Lozano Garrido, es una ocasión providencial y maravillosa para preparar ese acontecimiento, procurando enriquecer la vida de los cristianos con estos ejemplos de santidad. Por ello se crea una Comisión diocesana, que trabaje con ilusión en coordinar esfuerzos para que la vida y virtudes de este hombre fiel fuese conocida e imitada.
El Sr. Obispo invita a todos los sacerdotes, consagrados, y seglares a aproximarse a esta figura brillante y tan contemporánea de nuestra Iglesia de Jaén, a través de los distintos actos que se preparen y en lo que ya trabaja la mencionada Comisión diocesana.
Beatificado Manuel Lozano Garrido, Lolo
El 12 junio de 2010 se celebró la Beatificación de Manuel Lozano Garrido, en Linares, presidida por el Arzobispo-Prefecto de la congregación para las Causas de los Santos, Monseñor Ángelo Amato. Junto al Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo López, estaban varios Cardenales, el Nuncio de Su Santidad y 20 Arzobispos y Obispos.
La declaración oficial por la que LOLO quedó inscrito como Beato, se hizo mediante la Carta Apostólica de Benedicto XVI, que se leyó en latín por el Rvdmo. Prefecto y en castellano por Mons. Rafael Higueras, Postulador de la Causa de canonización. A continuación se descubrió el retrato oficial del nuevo BEATO Manuel Lozano Garrido. La ceremonia, en sí solemnísima, tomaba un aire familiar porque, entre las más de 18.000 personas asistentes al acto, estaban las dos hermanas del nuevo Beato: Luci que lo cuidó durante los 28 años de enfermedad y Expecta que le acompañó en Madrid en los primeros síntomas de la enfermedad. Un detalle familiar que en pocas beatificaciones y canonizaciones puede suceder, que estén presentes familiares tan directos del Siervo de Dios.
La procesión con los restos de Lolo, en una arqueta de plata, se realizó en ese momento de su Beatificación, y después ha quedado expuesta a la veneración de los fieles en la Basílica de Santa María de Linares (Jaén, España).
Ahora se abre un periodo de divulgación del culto al nuevo Beato, y de oración, para que -si Dios así lo dispone- se obre un nuevo milagro por intercesión de Lolo y así pueda continuarse el proceso hacia la Canonización.
Durante el tiempo en que el Siervo de Dios ya es declarado BEATO, su culto es más reducido (en la propia diócesis, o en sectores más afines a sus características: enfermos, periodistas, jóvenes o asociaciones eucarísticas o marianas, por la especial devoción que él tuvo en su vida).