Aquí tenemos a Lolo haciendo una de sus muchas encuestas. Ya podemos imaginar que los temas sobre los que pregunta no son poco importantes sino, al contrario, más que trascendentes. Y el de ahora no es poca cosa pues pregunta sobre lo que a cada cual le pueda impresionar el nacimiento del Hijo de Dios.

Aquí pregunta el Beato de Linares (Jaén, España) que qué es lo que podría impresionar más a los entrevistados del nacimiento de Cristo. Y hay respuestas que ocupan muchos de los pensamientos que cualquiera de nosotros podríamos dar.

Y, como pasa en otras entrevistas de Lolo, según sea la persona a la que se entrevista, así es la respuesta que se podría esperar de ella (un ama de casa, un médico, un albañil…)

 

 

Publicado en la revista Vida Nueva, de diciembre de 1965

 

La Navidad y el Año Nuevo en una encuesta especial “para vida nueva”

PREGUNTAS:

“¿Qué es lo que más le impresiona del nacimiento de Cristo?”

“¿En qué momento del año se ha sentido más útil a los demás y, a su vez, más cerca de Dios?”

“¿Qué suceso o conquista te ha hecho enorgullecerte del tiempo en que vives?”

“¿Qué le gustaría ver eliminado en 1966?”

“La confluencia de dolor e inocencia que se da en Belén”. “El vuelco de amor que tuvo que dar el corazón de Dios Padre para hacerse un hombre de clase modesta”. “La figura de humilde trabajador de Cristo me ayudan a borrar la envidia”. “El hecho más destacado lo considero la imposición de un sentimiento de ecumenismo”.

Espejos verdaderos no hay más que uno, que se llama Navidad. Si somos francos o hipócritas, si nos brilla la frente o la tenemos cruzada por una negra franja, el Cristo-Niño nos lo indica con la punta de su dedo, a la luz de su misterio de humildad, en silencio, apenas con un susurro que es como un empuje de alimento, sin humillarnos.

Desde esa colina que es Belén, se puede mirar a todos sitios, sin miedo al vértigo del pesimismo; y, sin vergüenza, anotarse pequeña la voluntad y escasos los músculos. Belén da fuerzas para mirar los años que pasan y empujan los pies para caminar con ligereza por la senda del futuro. No importa que nuestros hombres carguen dolores o pesadumbres, porque las alas de una legión de ángeles las brinda el Cristo hecho esperanza sobre las pajas de un pesebre.

UNA MADRE

Lo es de nueve hijos. El esposo, funcionario administrativo. Su entrega le ha abierto mucho los ojos a las hondas verdades del corazón.

La confluencia de abnegación –sacrificio en suma- e inocencia. Más que en los orígenes del sufrimiento, Cristo me hace meditar en el privilegio y la gloria que es colaborar amorosamente en el misterio redentor. Desde él, cualquier sacrificio es una elección.

Cuando se me ha dado la gracia de consolar, y hacer una sonrisa de una lágrima es un hermoso milagro de fecundidad. Próxima a Dios, casi con escalofríos, en el misterio de amor que ha depositado en el matrimonio.

El Nobel a la UNICEF y el permanente éxito de la lucha contra la “Polio”.

“El egoísmo que se concreta en esas lacras que son: el hambre, la guerra, los odios y el lujo. Es desconcertante vivir en una civilización que tiene cohetes interplanetarios y, a la vez, muestra esa regresión que es meterse y dejar morir sin un pedazo de pan a multitudes de personas, más aún cuando el estado presente de la humanidad hace posible la eliminación de ambas cosas. Me gustaría leer menos noticias de bombardeos y más triunfos de la ciencia, de escuelas creadas, de hambrientos redimidos, de pueblos asentados, hospitales, parques y jardines que nacen.”


UN MÉDICO

Cirujano. Diecinueve años pespunteando con el bisturí los males físicos de las criaturas, leyendo a su vez, en su rostro, las situaciones de sus mentes y sus corazones.

“El simple y trascendental hecho del nacimiento, en sí mismo. La escalofriante idea del vuelco de amor que tuvo que dar el corazón de Dios Padre para descender de su majestad de fabricante de astros y estrellas y hacerse un hombre de clase modesta, elemento de esa especie nuestra que manchamos con el pecado.”

“Afortunadamente mi profesión suele proporcionar esas compensaciones que son los servicios a los demás. Naturalmente que, aunque mis ojos a veces se resistan, cuando más cerca de Dios estoy es a la hora de pasar visita. Sin embargo, cuando más lo noto y hasta con escalofríos, es a la hora de la muerte, como también en los enfermos pobres. La resignación en este caso y los sinceros recursos que brota de los más bueno que hay en el fondo de cada hombre, son dos pistas que me hacen descubrir al Dios Vivo.”

“El hallazgo de un medicamento contra la radioactividad y el testimonio de la vida y la muerte del doctor SCHWEITZER, lo que él viene a recordar de tantos hombres anónimos como se sacrifican. La batalla más impresionante es esa, que silenciosamente protagonizan cada hora los hombres que se doblan sobre los microscopios para darnos noticias de un virus o la fórmula de algún medicamento.”

“El sueño de todos los hombres. El cáncer. Me gustaría también una apelación a todos los recursos civilizados para que hasta en las aldeas hubiese pulmones de acero, riñones artificiales, bombas de cobalto e incubadoras. Me alegraría leer noticias así: “Por primera vez se puede decir que no hay pueblos del mundo que no tengan médico, un maestro, un sacerdote y un técnico de su especialidad.”

UN TRABAJADOR

Albañil, con cinco hijos. Su vida tiene esa señal positiva que es construir, alzar palmo a palmo los hogares donde se cuajan tantas ilusiones de las criaturas.

“Su marco de pobreza, con todo lo que vino a significar. Cuando sudo y el jornal no me llega, o veo frigoríficos y los televisores de los demás, su figura de humilde trabajador me ayuda a borrar cualquier sentimiento de envidia. Me enorgullezco de ser hermano suyo.”

“Lógicamente, a la hora del trabajo. Mi utilidad se concreta entonces en el pan que gano para los míos y en las cosas prácticas que modelan mis manos; su presencia en el taller, cuando, más que yo cerca de Él, es Cristo obrero el que se identifica con mi afán y mi esfuerzo.”

“El sentimiento de dignidad del hombre y de confraternidad universal que se abre camino a pasos agigantados. Lo concreta, de un modo especial, en la justa, pacífica, necesaria y cristiana revolución de Frei en Chile.”

“El odio a la guerra, que se diga pronto, si es posible a primeros de año, con verdad, algo así como esto: “Ya no habrá más guerra. Todas las naciones del mundo se han juramentado hoy para acabar con todas ellas. El dinero de las armas y los presupuestos militares se invertirán desde ahora en financiar obras asistenciales y de educación.”

UN MAESTRO

Es joven, con plaza en una ciudad de más de 10.000 habitantes. Resistió a las tentaciones de los buenos sueldos en las oficinas y ahora se enorgullece ampliando sus explicaciones con los proyectores, magnetófonos y valijas de libros que empiezan a entrar por las escuelas.

“Que empezara por hacerse niño, tan indefenso y necesitado como todos los niños. La ternura resucita permanentemente en nosotros tan sólo con mirar hacia allí; y lo bueno es que aquella ternura fue para entonces, para hoy y para siempre, la hermosa y perpetua ternura.”

“Naturalmente que trabajando por los niños y junto a los niños. El dijo que los dejáramos que se acercaran a Él. En la inocencia de cuarenta párvulos, por ejemplo, Cristo se hace presente cuarenta veces. Me conforta, a su vez, notar que mi palabra modele corazones como si fueran de cera o materia noble.”

“La majestuosa y trepidante lección de la Iglesia, en su puesta al día con el Concilio, y la caridad de Pablo VI, con sus viajes. El hecho más destacado de todo el año lo considero la arrolladora imposición de un fraternal y cristiano sentimiento de ecumenismo, ver cómo nos acercamos a ese “todos uno” que apenas hace años se presentaba como una vaga utopía. Singularmente en el discurso de Pablo VI en la ONU es la más basta apelación a las conciencias que se ha hecho para una evidencia de paz.”

“El hambre y el analfabetismo. Que no haya una criatura que sólo vea borrones delante de un papel y que llegué el día en que ni una persona haya dejado de tener una mesa abundante.”

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