Anverso… y reverso ¡una entrada de teatro!
Ni siquiera pone de qué año, pero sí el día y la hora. Alguien puso a mano «diciembre». La «función artística» era benéfica, para CARIDAD.
Eso es el anverso: Poncela y su comedia: ‘Un marido de ida y vuelta’. No se habla del reparto de actores. Perel reverso sí queda «muy bien explicado». Un simple apunte de Lolo para enseñar sencillamente quién es el prójimo y cómo amarlo.
¡¡¡Leed, por favor, el tal reverso!!!
La caridad es el poder de hacer milagros que se nos da a los hombres para siempre.
A ver si no es un milagro, por ejemplo, que uno compre una entrada o se siente unas horas en la butaca de un teatro y después, en algún sitio, su gesto llegue a cicatrizarla herida de un corazón que sangraba.
Pero con la Caridad hay el peligro del necesario valor material que le damos. A dos, nueve o veinte duros le ponemos signos de Caridad de tercera, segunda o primera división, cuando la verdadera categoría está en el alma que se pone, en el corazón que se da. Claro que nuestro corazón echa raíces en el dinero y el bulto de las pesetas es también el de nuestra generosidad.
Moneda por moneda, Belén, con un pesebre y una cueva prestados, apenas si vale lo que un puñado de paja, pero nosotros y todos los hombres que han de venir luego, vivimos de las rentas de aquel inmenso don de Cristo.
¿Qué precio tendrían cuatro panes morenos y cinco peces de río en los tiempos de Jesús? ¿Más o menos que ahora una butaca de teatro? Y, sin embargo, toda la marea de gentes quedo saciada. ¡Es más! Cristo hizo dos milagros de panes y peces para su tiempo y, como aún le parecía poca generosidad, la noche del Jueves Santo multiplicó su Cuerpo en eternos Panecillos de felicidad y de gloria para todas las generaciones.
Lo que también quiso hacer con sus dos milagros es decirnos:
«Hago esto dos veces para que lo vayáis entendiendo y sepáis que la de tres os toca a vosotros y es la vencida, la vencida del Amor y la generosidad para con los hermanos».
Por eso, con el amanecer de cada día la luz del sol viene a ponernos sobre la frente, una cita de oro; es el recuerdo de que ese día no debe morir en nuestra alma sin que, de algún modo, se hayan multiplicado los panes y los peces de amor de nuestro corazón.
Entradas relacionadas

Manuel Lozano Garrido «Lolo«, fue beatificado el 12 de junio de 2010 y su festividad se celebra el 3 de noviembre. En vida, fue un joven de Acción Católica, mariano, eucarístico, escritor y periodista. Enfermo desde los 22, estuvo 28 años en silla de ruedas y sus 9 últimos, ciego; podríamos presentarlo como «Comunicador de alegría a los jóvenes, desde su invalidez». Llamado ya por muchos como el Santo de la Alegría.