El papa Juan Pablo II nos decía en Christifideles laici:
“Los santos y santas han sido siempre fuente y origen de renovación en las circunstancias más difíciles de la historia de la Iglesia” (CL 16,3).
Artículooriginal escrito por Mariano Cabeza Peralta
Si estudiamos la Historia de la Iglesia en estos más de veinte siglos podremos observar que en momentos de crisis institucional, de crisis social, de graves fracturas, han surgido figuras gigantes que desde dentro de la Iglesia, amándola mucho, han conseguido con su ejemplo renovarla y reformarla.
Hombres y mujeres valientes, con una fe profunda, con una capacidad de sufrimiento heroica, han sabido con paciencia, caridad y acción poner un contrapunto a la oscuridad de los pecados.
San Isidro fue una de estas lumbreras de santidad. Un seglar sencillo, agricultor, con la ciencia del Espíritu más que la del mundo de su época. Todo un ejemplo para vosotros hombres y mujeres del campo.
Dentro de un mes otro seglar, sencillo, enfermo, muy impedido y limitado de nombre Manuel Lozano Garrido, más conocido como Lolo, natural de Linares, va a ser Beatificado en su ciudad natal el 12 de junio.
A él podemos aplicar otro texto de Juan Pablo II: “la santidad de la Iglesia es el secreto manantial y la medida infalible de su laboriosidad apostólica y de su ímpetu misionero” (CL 17,3)
Un chico joven que por su fe en Dios y amor a los más pobres fue detenido y encarcelado. Un chico joven que contrae una enfermedad degenerativa que acabaría con su vida postrado en la cruz del sillón de ruedas. Pero el deterioro de su cuerpo no pudo silenciar la madurez y el crecimiento de su espíritu, de su inmenso amor a Cristo y a los hermanos.
Utilizó todos los medios a su alcance para llevar la misión de la Iglesia, es decir, a Cristo, a todos, especialmente a los más jóvenes.
El dolor humano no pudo ensombrecer su alegría, esa alegría que brotaba de su interior como fuente cantarina. El manantial fluía de su amor a la Eucaristía, de su vida profundamente eucarística y de su devoción a la Madre de Dios. De Jesucristo y de María saltaba a los hermanos y a cuantos se acercaban a aquel joven humanamente limitado pero cristianamente eterno.
El día 3 de noviembre de 1971, en la calle Cristóbal de Olid 3 de Linares, a las dos de la tarde, cuando tenía 51 años cumplidos nació a la vida eterna.
El sábado 12 de junio a las 7,30 de la tarde, en el recinto ferial de Linares va a ser beatificado. Un hecho histórico en nuestra diócesis de Jaén porque va a ser la primera beatificación que se celebrará en nuestra tierra.
Quiero invitaros a participar, a que hagamos fiesta estando presentes en este magno acontecimiento.
Hoy vivimos en tiempos de crisis. Una crisis que afecta a muchas dimensiones de la vida, también a nuestra Iglesia. Por eso es importante resaltar lo positivo, ensalzar los buenos ejemplos, mostrar modelos de vida cristiana, de personas con las que nos podemos identificar porque son hombres y mujeres normales, de la calle.
Todo un mensaje de esperanza, toda una propuesta de vida concreta, todo un modelo de santidad.
Toma a tu mujer, a tu marido, a tus hijos, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo y nos vemos en Linares para la Beatificación de Lolo, será como decirles, mira, es posible ser cristiano, es posible ser feliz desde la fe, es posible tener alegría aún en el dolor y en la enfermedad. Mira, en la Iglesia también hay gente buena, comprometida, generosa y fiel.
San Isidro, Lolo y tantos que han sido santos, que son santos y que serán santos. Ánimo hermano, tu también puedes ser santo, tu también estás llamado a la santidad.
Feliz fiesta de San Isidro Labrador 2010.
Mariano Cabeza Peralta,
Consiliario de la Agrupación de Cofradías y Hermandades del Arciprestazgo de Baeza
y miembro de la Comisión de Beatificación de Lolo.