saldeti.com, 20 de octubre de 2020
«Con sólo dos palabras, un sí al amanecer y un gracias a la caída de la tarde, se puede hacer la más breve y perfecta oración»
Bienvenido Amor. 579
Cartel IX Encuentro Diocesano de Adolescentes
Al observar el cartel podemos ver que en él predominan los colores fuertes, sobre todo el color rosa. Para los cristianos el rosa simboliza la alegría, como así celebramos en los domingos de Gaudete y Laetare en Adviento y Cuaresma, frente al morado que es el color de estos tiempos litúrgicos.
Lolo destacó en su vida por la alegría, la alegría en el dolor, en el sufrimiento, en el testimonio, en la evangelización. Fue un «sacramento del dolor» (Hno. Robert de Taizé), fue «un cristiano que se dedicó a ser cristiano» (Martín Descalzo). En el cartel podemos ver a un Lolo transfigurado por el color, la foto en la que se ha basado este cartel, era una foto en blanco y negro… Lolo, desde su ejemplo de vida, ha transformado esas dos tonalidades en otras… llenas de vida. Su sillón, donde pasó tanto tiempo, tantas horas… no es para él un lugar de sufrimiento, sino un lugar desde el cual va a encontrar sentido a su vida, el sillón aparece así de un color fuerte, un color que transmite energía y vitalidad. No son lugares de encarcelamiento, de tristeza y de sinsentido su casa, su sillón… ¡no!
Toda su vida queda transformada desde la Eucaristía, desde la oración, desde el Amor a la Virgen. Lolo amaba a la Virgen y en el cartel lo reflejamos con el color azul presente en el texto elegido para dar sentido a este encuentro: «Con sólo dos palabras, un sí al amanecer y un gracias a la caída de la tarde, se puede hacer la más breve y perfecta oración», (Bienvenido Amor. 579).
Un escritor tan notable como Lolo nos anima a decir dos palabras… ¡Sí y gracias!. La oración más sencilla es la que Dios acoge… para ser santos como Dios lo desea… no hay que ir muy lejos -Lolo desde su sillón llegó a todas partes… y años después sigue llegando a nuestros corazones… -. Basta con un Sí a la voluntad De Dios, basta con un Gracias. Lolo nos enseña pues a todos a alcanzar la santidad desde la sencillez… enseña a nuestros adolescentes estas dos palabras: Sí y gracias.
En el marco del cuadro vemos una golondrina, un ave muy significativa en sus escritos.
También observamos varias cruces que simbolizan ese crucifijo al que tantas y tantas veces sostenía en sus manos… ¿o era el crucifijo quien sostenía a Lolo?
En este cumpleaños de Lolo y en esta situación pandémica… no cabe duda de que no hay mejor santo que nos ayude en nuestra querida tierra de Jaén a aprender a vivir las limitaciones y cómo no el sufrimiento… con alegría y gratitud.
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Etiquetas: Centenario de Lolo