Hace un año, compartíamos con todos vosotros, la carta de nuestro querido Víctor, como «testimonio de fe, de un joven católico, comprometido con su iglesia diocesana, al que acaban de diagnosticar leucemia y él la recibe con fe, una sencilla y profunda fe» (leer carta: La leucemia no va a poder conmigo).
Todo este año ha sido una auténtica Gracia, poder seguir el día a día de su lucha contra la leucemia, en su Diario de Víctor.
Hoy, tan cercano como siempre, nos envía unas palabras como testimonio de este año en que, como Lolo, ha sabido vivir y luchar transformando el dolor en Alegría.
¡Gracias Víctor! seguimos unidos en la oración 🙂
Para mí, ha sido un año distinto a lo que acostumbro. Durante este año, he subido y ahora estoy bajando la montaña de la Leucemia.
Ha sido un año de oración, de ser firme en la fe, y no dejar caer en la tentación.
Durante este tiempo, la oración siempre me ha acompañado, siempre encomendándome a dos grandes personas, ambas ya en los altares, ambos muy importantes para la iglesia de Jaén. Dos personas de mi tierra, de Linares. Ellos son San Pedro Poveda y Beato Lolo -Manuel Lozano Garrido .
De Lolo aprendí, que el dolor y el sufrimiento, pueden ser llevaderos, ya que siempre fui consciente de los riesgos de la enfermedad.
«Sé árbol de Dios, pídele que te haga roble, duro e impenetrable al hacha de la adulación y el soborno, pero con tu frente en las ramas a la hora de la cosecha.» (Lolo)