D. Rafael Higueras presentó la figura del beato Lolo y su relación con Santa María, en las Jornadas de Delegados de Pastoral de la Salud celebradas los días 21 a 24 del presente, bajo el lema: María, icono de la confianza y del acompañamiento.

Jornadas de Delegados de Pastoral de la Salud

Madrid, 23 de septiembre de 2015 (C.E.E.)

 

El Beato Manuel Lozano, ‘Lolo’ y Santa María

 

por D. Rafael Higueras Álamo,
Postulador de la Causa de Canonización de Lolo

 

Diapositiva 1: Portada Agradezco a Dios estos momentos en que puedo hablar con vosotros  (¡qué tanto tenéis que decir sobre “pastoral de la salud”!).

Mi gratitud también a D. Jesús Fernández González, Obispo responsable de Pastoral de la Salud, y a D. Jesús Martínez Carracedo, Director del Departamento, por permitirme estos minutos aquí hablando del Beato Manuel Lozano Garrido.

“Lolo”: Joven de Acción Católica, paralítico, ciego y, sin embargo, escritor y periodista, eucarístico y mariano, e hijo amantísimo de la Madre Iglesia.

Y por supuesto: Gracias a vosotros aquí presentes. Dios nos conceda a todos aprovecharnos del ejemplo de los Santos. Todos ellos amaron con  intensidad a Santa María.

El tema de estas jornadas es “María, icono de la confianza”. Yo os hablo del Beato Manuel Lozano, ‘Lolo’, y su devoción a Santa María: devoción filial y sencilla, tierna y confiada.

Diré también de él que, en sus 28 años de parálisis, los 9 finales  -estando también ciego-, son sus años de fecundidad más abundante. Y se trasluce más aún su confianza de vivir en las manos de Dios. De Dios primero dime que es Padre; luego, ya lo que quieras… (MLG: Bien venido, amor, nº 71). Es que él vivió ‘fiado’ en las manos de Dios.

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Diapositiva 2: Lolo, Lucy y Rafael Dios me concedió vivir muy cerca de él los siete últimos años de su vida y ser entonces ‘su muy amigo’: A su lado estaba yo, rezando el Padre nuestro y la Salve en el momento de morir él.

Diapositiva 3: Altar de la Beatificación. He sido, y sigo siendo, el Postulador de su causa de canonización.

D. 4: su médico Lolo, -como decía su médico Juan Pérez-, era, durante más de 28 años, “el enfermo grave que gozaba de mejor salud”.

Si queréis conocer el recorrido de dolor  –inmóvil  en su ‘sillón de ruedas’- durante sus 28 años finales, os invito a leer sus tres diarios (5)  DIOS habla todos los días (abril 1959); (6) Las golondrinas nunca saben la hora (junio 1961) y (7) Las estrellas se ven de noche (septiembre 1965 hasta febrero 1971).
Podría hablaros (¡y cómo me gustaría!) (8)  del Lolo adolescente y sin embargo soldado a los 16 años en Las Alpujarras republicanas; (9) o Lolo joven apostólico y militante de la A.C.  en el Linares de la postguerra; o (10) soldado otra vez en el cuartel de intendencia en el Madrid de 1942, cuando ya le empieza la parálisis (11: Lolo y Expecta)

Quisiera desgranar sus momentos desde que empezó su enfermedad y su parálisis y al final también ciego los 9 años últimos de su vida. (12: Lolo en sillón)

La enfermedad larguísima del Beato Manuel Lozano, y sus fortísimos dolores continuos, le hacen escribir:

(13: Texto siguiente):

Tres actitudes ante la presencia del dolor:
La de aquel que aún no ha ido más allá del escozor de su herida: “DIOS ME HA QUITADO…”.
La del que acepta, sin entrar en su espíritu de actividad santificante: “DIOS ME HA PEDIDO…”.
Y la de aquel que, comprendiendo el valor comunitario del sufrimiento, se da de lleno al ideal de redención: “SEÑOR, TE LO OFREZCO…”.

(Las estrellas se ven de noche, Bilbao 1967.p. 102).

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maria solano altaba muestra su tesis

María Solano Altaba muestra su tesis doctoral sobre el beato Lolo

La temática en sus escritos  (9 libros y 900 art. De prensa) es muy variada; pero yo subrayaría “su mística”; su esfuerzo por presentar el dolor como camino de redención(una de las primeras series de artículos de prensa que escribió fue en la revista ‘Enfermos misioneros’). Desearía subrayar  sus muchas páginas de  profunda oración a Cristo o a María, que bien pueden catalogar al Beato Lolo como maestro y guía espiritual, como un “MÍSTICO”.

Sobre sus 900 artículos de prensa -que hablan de las minas y la silicosis, sobre el urbanismo o sobre los premios literarios; sobre pintura o escultura; sobre justicia social o deportes…, (14: Dra. Mª Solano con la tesis) acaba de defenderse una tesis doctoralpor la profesora María Solano, dirigida por el Decano Dr. José Francisco Serrano Oceja, en la Facultad de Periodismo del C.E.U.- San Pablo, en Madrid(14: Birrete doctora)

Menciono  el perfil de Lolo periodista. Os remito a esa tesis. Lolo recibió en 1971 (15: ‘Bravo’ de la C.E.E.)  el premio “Bravo” de periodismo.

Pero su tarea de periodista la subrayaba así Benedicto XVI en el Angelus, al día siguiente de su beatificación:

“Ayer, en Linares, tuvo lugar la Beatificación de Manuel Lozano Garrido, fiel laico que supo irradiar con su ejemplo y sus escritos el amor a Dios, incluso entre las dolencias que te tuvieron sujeto a una silla de ruedas durante más de 28 años… Los periodistas podrán encontrar en él un testimonio elocuente del bien que se puede hacer cuando la pluma refleja la grandeza del alma y se pone al servicio de la verdad y las causas nobles” (Angelus del 13 junio 2010)

Es de otro perfil de Lolo de lo que voy a hablar. Estáis reflexionando sobre “María, icono de la confianza y del acompañamiento” (18: Lolo e imagen de la Virgen, en su casa).
Y, bajo ese lema, también cabe alguna reflexión desde “la mirada del ciego Lolo” (19: Lolo ciego). Son muchos sus escritos sobre “Santa María”. Pero esas tres imágenes de la Virgen María [(20) de Linarejos, (21) de Tíscar y (22) de Lourdes] son tema de algunos de sus escritos. Voy a hacer un apunte de Lolo y Santa María, del Beato Manuel Lozano y sus escritos y devoción a la Virgen.

1.- Linarejos

Alguna vez le preguntó Lucy, su hermana: “Lolo, si te curaras, ¿qué sería lo primero que harías?”.

Y él respondió: “Subiría a ver a la Virgen de Linarejos”.

Lucy es su hermana pequeña. Si queréis conocer un poco a Lucy, leéis la novela autobiográfica de Lolo,  “El árbol desnudo”, que fue finalista del Premio Nadal.

Dice Lucía: Su vida “ordinaria”, como si no estuviese enfermo; cuando lo extraordinario de su enfermedad era algo tan fuera de lo ordinario. Sin embargo, Lolo tenía una alegría contagiosa; y eso lo veíamos todos los que tuvimos el don de Dios de poder conocerlo día a día.

(23: Lolo y sus compañeros ‘quintos’ de Linares) (En 1942, el gobierno de Franco moviliza a los ‘quintos’ -aunque hubieran sido antes soldados en zona republicana; Lolo entre ellos-, a él se le ocurre llamar a todos sus amigos y compañeros que iban a marchar a esa doble milicia y decirles: “Vamos a subir a despedirnos de la Virgen de Linarejos”. Tiene, sobre todo, un escrito poético-lírico sobre la Virgen de Linarejos. Lo titula ‘Las rosas blancas de Zoraida. Es una página poética y preciosa en que habla de la intercesión maternal de la Virgen de Linarejos; podéis leerlo en www.amigosdelolo.com

2.- Tíscar

Uno de sus escritos más bellos lo dedica a la Patrona de Quesada y de la Sierra de Cazorla, la Virgen de Tíscar (24: a la puerta del santuario de Tíscar con jóvenes de campamento)

El calor de Linares, en verano, es agobiante. Por eso algunos veranos se va a Tíscar, una pequeña aldea de la Sierra de Cazorla, que rodea el Santuario de la Virgen… Sin duda, que aquella paz y belleza del lugar le ayudan a Lolo.

Tienen un particular encanto las páginas que escribe allí. Algunas de una hondura mística que hace eco a los místicos del Siglo de Oro:

Tengo sed, Señor, del agua de esa fuente. Mi corazón quema de tanta lumbre interior, de tantos ardores siempre. Me abraso de ansias de ser mejor, de notarme más fiel, más leal, más generoso, más incondicional. Mi sed es de Ti, ¿por qué has de darte siempre con cuentagotas? ¡Date más, Señor!  (26: Lolo en Camarín de Tíscar) Tengo ganas de que termine esta sed, pero también quiero que nunca se acabe, porque la sed es una hermosa esperanza y nuestra pequeña esperanza se redime en su propia espera y su dolor. (Las golondrinas… Bilbao 1967, pag. 274)

De estos veranos en Tíscar cuenta Lucy: (27: Positio, texto)

De nuestras estancias en el Santuario Mariano de Tíscar, recuerdo que su amor a la Virgen (“La Virgen de los ojos grandes”, como él la llamaba) era muy grande. Al anochecer, cuando lo entrabamos en la Capilla para estar con Ella, nos decía: “Dejadme un rato aquí”. Cuando cambiaban a la Virgen el manto, recuerdo que yo le llevaba el Niño Jesús, que la Virgen tenía y se lo ponía sobre las rodillas y él era feliz!

Pero, de esta Virgen de Tíscar escribe Lolo un extenso artículo eucarístico – mariano, que podéis leer en www.amigosdelolo.com

La Eucaristía tiene un diccionario de trigo y de harina, de viñas y de mosto, pero entonces María siente el reclamo desde su Santuario y abre -en el eje de la sierra- la espiga de sus entrañas. Ahora, a nadie le va a sorprender que en junio se abra una noche de Belén y que el olor a romero de los manteles eucarísticos tengan un aire de arca nazarena. Inesperadamente, sobre la ciudad ha aparecido una Mesa ancha y sencilla que tiene reserva para todos. Allí se van a sentar ese arco iris de gentes que va del monte a las casas anchas del pueblo. Estarán brazo a brazo, con la frente limpia y el corazón latiendo con fuerza, hasta que empiece a entrar un olor a horno de Cielo y venga la Madre de todos y a ricos y a pobres les enseñe a partir el Pan, mientras dice:

-“Comed todos, hijos, que este es Pan de Gloria, amasado por el Espíritu de Dios en la harina candeal de mis entrañas”

Y  muchos la mirarán y también -a la par-  al blanco de la Hostia, y notarán que de pronto les empieza a rodar por la frente y el corazón, la película de un mozo robusto que nació en un pesebre, vivió muchos años de oscuro carpintero, acarició a los niños, cicatrizó las heridas, resucitó a los muertos de la carne y del corazón, amó tan arrebatada y abiertamente como el cielo de la ancha Andalucía, con frenesí, abriéndose el pecho más a cada ingratitud, extendiendo las manos y dejándoselas clavar para que no se las rindiera el cansancio y quedara ya así su abrazo para siempre…

Cristo, María: ¿por qué se pasa tan fácil de uno a otro de vosotros por esa senda que se llama Eucaristía? ¿por qué es tan sencillo no herir, amar y perdonar de vuestra mano? (‘Diario Jaén’, 9.6.63)

3.- Lourdes

Manuel Lozano Garrido enfermo peregrino en Lourdes

(28: En el tren) Realmente el viaje de Lolo a Lourdes (1958; -aún no estaba ciego-) es un viaje que dejó signos y huellas en su vida.

El mismo cuenta por menudo el viaje y la estancia, en este artículo compartido en www.amigosdelolo.com.

Os cuento dos anécdotas que recuerda Lucy y que retratan y condensan aquel viaje:

(29: Lolo y Lucy en Lourdes) Lolo, por la parálisis, tenía tan inclinada la cabeza que no podía mirar sino al suelo. Era imposible que allí, en Lourdes, él mirara cara a cara a la imagen de la Señora. Pero Lucy pensó el modo de conseguirlo: sobre las rodillas de Lolo, colocó un espejo en que se reflejaba la gruta entera y en ella… la imagen de la Virgen.
Así pudo él rezarle un rato largo. Al fin… ¡había que despedirse del lugar! Lucy tiene que retirar el espejo. Pero ahora… sobre el espejo quedaron las abundantes lágrimas de Lolo, que lloraba de emoción y amor ante aquella Virgen Inmaculada

(30: Gruta y velario)  Luego, -también lo cuenta Lucy-, él le hizo un encargo: “Compra una vela y llévala ante la Virgen; pero que la vela sea la más grande para que así nuestra fe no se apague…”

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(31: PPC) Vuelta a Madrid, desde Lourdes, Estación de Atocha. Un grupo de amigos esperan en el andén: José Mª Pérez Lozano, Martín Descalzo, Lola Güell… Tres nombres que están en los orígenes de PPC, y de ‘Vida nueva’. Eran los fundadores de aquel “infante”  –un pequeñísimo bebé entonces-  que se bautizó con el nombre de PPC. Lolo y Lucy; el carrito de ruedas; los tres amigos que esperaban en el andén y el taxista, que conducía, cupieron todos en el coche. Rumbo a PPC, la oficinita recién nacida.

Lolo comentó en un escrito: “Que en el taxi entrara todo y todos sí que era un milagro”(32: Portada SINAÍ)  Pero el milagro fue que entonces nació SINAÍ

 

SINAÍ ES LA GRAN OBRA DE LOLO, fruto de este viaje a Lourdes;

la criatura suya a la que dedicó sus más entrañables esfuerzos. (33: Reparto volandero de Sinaí) No era ‘para’ acompañar “a los enfermos”, (y sin embargo ¡qué bien sabía hacerlo!); nació Sinaí para que los enfermos sean los que ACOMPAÑEN y ayuden con sus dolores. Descubrir aquello de ‘completo en mi cuerpo lo que falta a la Pasión de Cristo’ (Col. 1,24)

Atended, por favor a este detalle de su vida: El Beato Manuel Lozano,  fue “Profeta del Vaticano II” en algunas cosas, como era su sensibilidad al apostolado seglar o, en este caso, al papel ‘evangelizador’ que pueden tener los  medios de comunicación, los nuevos areópagos para el Evangelio.

Mucha literatura producida por Lolo está destinada a los enfermos “agrupados en Sinaí”. Para ellos fundó una revista con ese mismo nombre. Os dejo el folleto Sinaí: Monasterios y enfermos rezando por estos “predicadores tan ‘mediáticos’ de los nuevos areópagos”. Para ellos escribió Lolo el Decálogo del periodista y la Oración por los periodistas.

¡Rezar, esta oración –con frecuencia…-  es la única obligación de los miembros de Sinaí!  Otras ‘obligaciones’ se pueden también prestar ¡¡¡y las agradecemos!!! No tanto de economía cuanto de colaboración, que hoy con internet se pueden hacer las cosas a distancia… En los días previos a la Beatificación me insistía en Roma, Mons. Celli, en la necesidad de esta Obra Sinaí: de oración por los periodistas. En este folleto ‘Sinaí’ Se explica. Apenas si está burocratizada esta Obra pía. Se trata de orar por los periodistas, sensibilizar a monasterios y enfermos a que recen por estos evangelizadores.

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Pero vuelvo,  y termino, con un escrito de Lolo sobre la Virgen(34: Lolo junto a la Virgen) Son muchísimas las páginas en que Lolo “redacta” el  diario de S. José; o trascribe el sermón del monte como “reportaje”, que firma el propio Jesús. También son muchas las ‘oraciones’ que escribe a la Virgen o a Cristo. Os remito a la web de Lolo, dónde vamos publicando todos sus escritos: www.amigosdelolo.com

Con uno de estos párrafos cierra su primer libro: “El sillón de ruedas”; leo sólo algunas líneas; podéis leerlo íntegro en la selección de artículos de Lolo que he indicado.

Dice Lolo:

(35: Rostro de la Virgen)

Santa María de las Cosas sin Brillo,
La cadera dolorida por el cántaro,
el equilibrio de los jornales, la ropa vieja, siempre zurcida y limpia;

-crécenos el gozo de los pasos sin nombre;
-que gustemos el vino dorado de la copa de los Juan Nadie…

Reina de las Horas Gemelas;  
a las doce, el cocido;
-a la tarde, la cartilla de Jesús;
-a la noche, el salterio con José y el Niño;

-ven, rasca una cerilla de Fe y enciende la hora justa de la medicina,
los minutos sin ilusión, con un futuro de nubes arracimadas.
-Elegida para las Misiones con Sordina, 
-Madre sin canastilla, 
-Maestra con un abecedario de silencios, 
-Redentora sin Evangelios;
-…Dama de Honor de los “Inútiles”, 
-la que SOLO “estaba” al pie de la Cruz,
sin milicias, ni abogados ni recomendaciones a jueces;
sin más trinchera que el palmo de las sandalias;
Ruega por los que nunca recibirán el sobre de fin de mes.

Santa María de los Nombres Brillantes
como un cielo bruñido,
Cascabel que late,…
-pedimos la alegría, la esperanza, la pureza y el sacrificio;
-queremos la soledad fecunda, adorar y ser reconocidos.
Y, como cumbre del ansia, arráncanos la bondad hasta llegar a una perfección “Standard”;
santos a manojillos: los municipales, las mujeres que van a la compra, las mecanógrafas, las telefonistas y los pobres hombres en sillón de ruedas.

(“Miriam”, 4 abril 1970)

¡OS DESEO LA MISMA ALEGRÍA QUE LOLO REPARTÍA SIN CESAR!

 

Diapositivas de la presentación (PDF – 22MB)

Diapositivas de la presentación (PPT – 11MB)

cardenal amato besa la urna con los restos de lolo

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