Este libro recoge los comentarios escritos por D. Rafael Higueras Álamo, postulador de la Causa de Canonización de Lolo, al elogio de la Carta Apostólica de Benedicto XVI, declarando Beato a Manuel Lozano Garrido.

Comentarios al elogio de la Carta Apostólica de Benedicto XVI, declarando Beato a Manuel Lozano Garrido.
1ª Edición: 2010
Prólogo de Venancio Luis Agudo Ezquerra.
Prólogo del libro:
Un cierto pseudopesimismo se va arrastrando a lo largo de la historia del Cristianismo. La expresión los calamitosos tiempos que vivimos, ha resonado en los púlpitos y las homilías de todas las épocas. Hoy, apoyada, además, por el peso de la Estadística, tan valiosa para la Sociología o la Economía, que miden, por ejemplo, si disminuye, o no, el número de los practicantes… Pero las estadísticas exigen una clasificación previa: aquí los practicantes y allá los no practicantes: vamos a contarlos. Exactamente lo que irritó tanto a Cristo que reprendió duramente a los que querían ir a separar el trigo de la cizaña. Sencillamente porque se equivocarían. Esa no es su misión, sino del Padre Celestial. En ningún lugar del Evangelio Cristo pondera el número de su “pequeño rebaño”.
Cristo pide y mide y nos enseña a valorar otra cosa. Que se llama santidad, invisible a la Estadística. Nuestra época es mejor o peor que otras, según la santidad que circule por las arterias de la Iglesia y del mundo.
De ahí la importancia de conocer, elevar y mostrar la realidad de los santos.
Y, hoy, hay santos. Y, en todas las épocas, los ha habido.Y ellos forman la inmensa muchedumbre, que viene de todo tiempo y lugar, y que blanqueó sus vestiduras en la sangre del Cordero.
Y la Iglesia, con el magisterio cierto que el mismo Jesús le concedió, nos proclama constantemente la esplendorosa realidad de la existencia de santos; de santos nuestros, de santos actuales.
Es lo que acaba de suceder en un pueblo español, Linares, el pasado 12 de junio. Y, además, un santo, un beato especial, original, notable: Manuel Lozano Garrido, “Lolo”. Era la primera vez que un periodista subía a los altares sin ser mártir. Y era un prodigio humano ver que un hombre crucificado hasta el extremo en el dolor, era faro esplendoroso de alegría, de gozo. Y de mirada optimista sobre el mundo y sobre los hombres.
Cuando todos los periódicos del mundo se llenan principalmente de noticias dolorosas, sombrías, negras o sucias, este periodista, dolorido en extremo, llena sus artículos y libros de bondad y optimismo y se extraña de que tarareemos –escribe- las canciones de la radio y no se nos pegue el sonido de gloria del Universo.
Es natural que quienes tuvieron el privilegio de conocer, tratar y estudiar a fondo la persona y la personalidad del nuevo beato, sientan la necesidad y la emoción de gritarlo a los cuatro vientos, de publicarlo. Y, en esa responsabilidad y ese impulso, nadie como quien le conoció y dirigió espiritualmente, quien le asistió en el momento de partir hacia el Padre y quien ha tenido el honor de cargar con el esfuerzo de llevar a término el proceso, minucioso, que la Iglesia exige para proclamar beato a alguno de sus hijos. Es D. Rafael Higueras.
En estas páginas, querido lector, D. Rafael toma el documento, solemne y cargado de contenido, que firma el Vicario de Cristo, para proclamar a Manuel Lozano Garrido, beato, y lo comenta y saborea con sus recuerdos y su conocimiento de “Lolo”.
Un gozo para el espíritu. Una luz sobre los falsos pesimismos: ¡Existe la santidad en nuestro mundo! ¡Existen los hombres santos que, iluminados desde dentro por Dios, proclaman su gloria con sus palabras, sus escritos y sobre todo con su vida!.
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Fundación continuadora de la Asociación Amigos de Lolo, cuyos fines son: difundir su vida y obra, fomentar la devoción al beato Lolo, primer periodista seglar elevado a los altares. Además de continuar su proceso de Canonización.
Etiquetas: Rafael Higueras Álamo