Ciertamente, cuando llega el tiempo de otoño al que se refiere el editorial de este número de “Sinaí” (doble que abarca a los números 111 y 112) correspondiente a los meses de septiembre y octubre de 1970 es de esperar que se hable de eso: del tiempo, de lo que puede cambiar el mismo y, en fin, de todo lo relacionado con la nueva estación.
Es verdad que el autor de este Editorial (podemos pensar que el propio Lolo) lleva el ascua a la sardina de la fe, por así decirlo. Y es que el mismo se refiere a las personas que pasan por momentos de enfermedad a las que se dirige reconociendo que a lo mejor no han gozado mucho del verano recién pasado pero que, es seguro esto, han tenido otras “satisfacciones espirituales” a las que tantos dan de lado en verano.
Como suele ser habitual en “Sinaí” la fe aquí cuenta mucho y, por mucho sufrimiento que haya siempre puede acogerse el enfermo a lo que de espiritual hay en su vida. Y por eso habla quien ha escrito este texto de que el ejemplo y la abnegación que ofrecen en sus vidas los enfermos son realidades que no deberían ser olvidadas por nadie.
Recuerda quien el Editorial escribe que en “Sinai” no se olvidan de los enfermos y cada dos meses (“más o menos” nos dicen) hacen todo lo posible para que reciban la revista que más los tiene en cuenta y a ella dedica sus páginas. Y, en auxilio de unos y otros, les pide oración pues sabe que Dios ha de escuchar con mucha atención a los que sufren.
Por otra parte, de vez en cuando en “Sinaí” escriben personas que no son su Director Y es el cao de la que ha escrito, de nombre Gonzalo Julia, un artículo de título bien curioso: “Sólo para los feos”.
El caso es que en este artículo se refiere a los enfermos de los que muchas personas se alejan por mor de su enfermedad y padecimientos. Y eso puede hacer que muchos enfermos se sientan mal por el desprecio que ven algunos les aplican. Pues bien, sabiendo que esto es exactamente lo que pasa muchas veces echa mano Gonzalo de la figura de Jesucristo quien, en su Pasión, fue insultado, menospreciado y todo lo peor que a uno se le pueda ocurrir. Y pide el autor de este artículo se fije el enfermo en su hermano Cristo y que amen a los que se alejen de ellos y tengan, para los mismos, un buen pensamiento, un pedir a Dios por su alma.
Es cierto y verdad que muchas veces “Sinaí” recoge noticias y artículos sobre el hambre en el mundo. Y es que era gran preocupación de los autores de la revista lo que pasaba con millones de personas a lo largo de los más diversos continentes. Y en este número doble también se hace referencia al mismo tema con aportando que hay “Nuevas fuentes de proteínas para remediar el hambre” que es el título del artículo al que nos referimos.
Se nos dice que, entonces, la población de la Tierra, que estaba formada por 3.600 millones de personas pasaba, muchas personas de la misma, hambre y carencia de alimentos básicos.
Pues bien, al parecer se pretendía obtener una serie de proteínas que pudiera ayudar en la falta de las mismas y colaborar en la solución del problema del hambre. Y resulta curioso que se nos diga que “el aumento de soja, cacahuete, algodón, sésamo girasol y otra semillas oleaginosas abren perspectiva esperanzadoras para combatir la escasez de proteínas en años próximos. Y digo que resulta curioso porque querríamos ver la cara del Director de “Sinaí” si viera el desarrollo que ha tenido la soja en el mundo occidental pero no, que se sepa, para mitigar el hambre del mundo…
Hay, también, otro tema que siempre se ha defendido en “Sinaí”: la paz. Y es que dolía mucho saber que había muchas partes del mundo donde se hacía más gasto en armamento que educación. Así, en general el gasto en armas subía al 7’3% del producto nacional bruto mientras que el de educación ascendía al 5,2% y eso hacía que pensar…
Y lo que resulta también curioso es que ya entonces, refiriéndose a la diferencia entre armamento y educación, en la zona en conflicto que era Israel casi todo se dedicaba, por parte del Esta Judío a la formación y conformación del ejército pues bien sabido es que era, y es, un Estado acosado por otros y, como es de suponer, el antiguo pueblo escogido por Dios no iba, o va, a dejarse someter así como así…
Y sí, en este número de “Sinaí” no podía faltar la noticia, o noticias, que se refieran a los avances de la técnica. Así, se nos habla de un motor que resultaba inofensivo par la respiración y que había sido inventado en Florida y del que, que sepamos, nada se ha vuelto a saber del mismo; también de la invención del “telefonovisión” que era la posibilidad de hablar por teléfono y, a la vez, ver a la persona con la que se habla cosa que, como sabemos, cincuenta años después ha alcanzado su máximo apogeo con los aparatos telefónicos móviles.
También, de todas formas, nos parece sorprendente que se nos diga que, entonces, en España había 625 ordenadores cuando ya sabemos lo que pasa hoy día…
Y no podemos terminar sin hacer referencia al último artículo de este número de “Sinaí”. Y es que, bajo el título de “Una entrevista a los ‘ches’”, se pregunta a una agrupación de sordomudos de Valencia que, al parecer, era un modelo en su género. Y es que don José Moreno López, que es quien hace la entrevista, acabó conociendo a la Agrupación Valenciana de Sordomudos que, a la chicta callando hacía una labor más que importante en la ciudad del Turia. Pero es que, además, mantenía un equipo de fútbol que atesoraba multitud de trofeos. Y lo que era más importante, ni estaban subvencionados ni nada de nada…
Y, en fin, con esta noticia bien optimista, damos por finalizado este artículo en la seguridad de que vendrán otros números de “Sinai” repletos de buenas y mejores noticias y artículos.
(Continuará)
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Licenciado en Derecho, casado y con dos hijos. Amigo de Lolo y bloguero en defensa de la fe.
Etiquetas: Lourdes-Sinaí-Lolo, Sinaí